Zacatecas, Zac.

Judith Magdalena Guerrero López, candidata a presidenta municipal de la capital de Zacatecas postulada por la coalición de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México y Nueva Alianza, se proclamó ganadora de la elección extraordinaria que se realizó ayer, marcada por un abstencionismo calculado extraoficialmente en alrededor de 70 por ciento del padrón electoral.

La lista nominal del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) es de 105 mil electores, pero en la jornada habrían participado menos de 30 mil.

Partidos de oposición al PRI aseguraron que el gobernador Alejandro Tello Cristerna intervino en la elección. El mandatario se reunió el fin de semana en Chicago con migrantes zacatecanos.

El Tribunal de Justicia Electoral del Estado (Tjeez) ordenó repetir los comicios del pasado 5 de junio, en los que triunfó la candidata del partido Morena, Soledad Luévano Cantú, victoria que el PRI impugnó con el argumento de que la ganadora realizó actos anticipados de campaña.

Luévano Cantú pidió un recuento voto por voto que confirmó su victoria e incluso recibió su constancia de mayoría como presidenta municipal electa; sin embargo, el Tjeez resolvió tardíamente un recurso del PRI y anuló la elección.

En respuesta, la dirigencia nacional de Morena decidió no participar en el proceso extraordinario para no legitimar el robo de la elección ordinaria para que gane la candidata del PRI, declaró el dirigente nacional de ese partido, Andrés Manuel López Obrador.

El sábado, dirigentes de los partidos de la Revolución Democratica (PRD), Acción Nacional (PAN) y del Trabajo (PT), que en alianza postularon a la ex diputada local María Guadalupe Medina Padilla, dijeron no tener confianza en el IEEZ, pues no ha hubo equidad en el proceso. Incluso acusaron al organismo de incurrir en conflicto de interés, ya que un miembro de la planilla de la candidata del PRI es sobrino de Virgilio Rivera Delgadillo, consejero presidente del IEEZ.

La coalición PRD-PAN-PT aseguró que hubo una elección de Estado que se caracterizó por compra de votos a cambio de despensas y cemento, además de una operación policiaca-militar para amedrentar a los ciudadanos y a los vigilantes de casillas opositores al PRI.