Guadalajara, Jal.

La geopolítica del yihadismo global, nuevo libro de Alfredo Jalife-Rahme, editado por Orfila, fue presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) bajo la advertencia del autor de que una de las principales formas de infiltración de este movimiento –que, calculó, reúne a unos 130 mil miembros en todo el mundo– son las migraciones masivas.

Con el salón Elías Nandino lleno, Jalife-Rahme señaló que aunque existen muchas fuentes, entre este grupo distribuido en gran parte del mundo hay al menos 3 mil mercenarios europeos que salieron de este continente tras convertirse al islam, la cuarta parte de ellos británicos.

¿Por qué hubo tanto refugiado que llegó a Europa hace dos años? Medio millón salieron de Libia, a los cuales se sumaban otros refugiados de otros países africanos, pero todos por guerras que provocaron Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Vean cómo está Libia; dizque fueron por derechos humanos y ayuda humanitaria, que iban por Kadafi. Hillary (Clinton) es la gran destructora de Libia, afirmó.

Recordó que otro grupo de refugiados salió de Irak, Siria, Afganistán y Paquistán, y que Turquía les dejó la puerta abierta para que ingresaran a Europa.

Esto de los refugiados y migrantes... debemos tener mucho cuidado. Estoy viendo mucha frivolidad en México en el tema de los refugiados, alguien los puede usar para desestabilizar, agregó.

Jalife-Rahme dijo que los extremistas musulmanes viven de la extracción del petróleo, pero se cuestionó quién compra el hidrocarburo y cómo hacen para que el producto pueda atravesar países sin dejar huella y sin que existan sanciones.

Recordó que entre los al menos 80 países que forman una coalición para ir tras los yihadistas está México, lo que evidentemente lo convierte también en blanco de este grupo de musulmanes extremistas.

Pero no se preocupen, el Senado no lo sabe y (Enrique) Peña (Nieto) tampoco. Para que vean cómo nos maneja Estados Unidos, advirtió.

Dijo que él, como nieto de migrantes, sabe de la gran tradición hospitalaria en México, decaída en años recientes sobre todo con el flujo de personas que llegan de Centroamérica, pero afirmó que la política del próximo presidente de Estados Unidos va en serio en este tema y no serán devueltos sólo 3 millones de compatriotas, sino que podrían llegar a 11 millones, lo que se convertiría en una emergencia para México, sobre todo en las ciudades fronterizas.

Balcanizar, el escenario

El autor y colaborador de La Jornada dijo que el nuevo escenario mundial a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia estadunidense plantea varias interrogantes, cuya primera respuesta es que no se debe subestimar al multimillonario, en particular por los acercamientos públicos que mantuvo con el presidente ruso Vladimir Putin desde su campaña.

“Parece ser que hay negociación entre Trump y Vladi (Putin); vamos a medir cómo en ciertas regiones de las esferas de Rusia va a amainar el movimiento de los yihadistas, donde habrá un frente común entre Rusia y Estados Unidos.”

Consideró que en estos momentos aún es anticipado decir si estos acuerdos de supuesta guerra contra el extremismo musulmán dejará fuera a China.

“Depende de la negociación. Creo que el presidente de Rusia no va a dejar fuera a China; por eso insisto mucho en que el orden será tripolar o no lo será. Quizá Trump va a jugar a la inversa de lo que hicieron Nixon y Kissinger.

El Estados Unidos actual es diferente al de la década de los años 70; quizás el declive de México es que apostamos a una potencia mundial en decadencia, dijo.

La estrategia que se prevé entre las grandes potencias es balcanizar a las naciones que apoyan al yihadismo; es decir, aislarlos uno del otro para evitar que formen un frente común, un escenario de luchas que conviene, por supuesto, a Israel.