Tardías, elementales y sin nada nuevo, calificaron académicos universitarios las 11 medidas que puso en marcha la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para proteger a los migrantes ante la amenaza de ser deportados de Estados Unidos cuando asuma el gobierno de Donald Trump.

José Luis Valdés Ugalde, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que las acciones anunciadas a mediados de noviembre son elementales, como de libro de texto. Es como decir que la luz roja es para detenerse, la amarilla preventiva y la verde para avanzar.

No hay nada nuevo ni existe un plan de contingencia desde que Trump se lanzó, a mediados de 2015, contra los mexicanos y apuntaló su candidatura con ese discurso, explicó.

Puntualizó que México no tiene un programa de acción estratégica que permita saber primero qué se quiere con Estados Unidos y segundo, cómo hacerle.

Estimó necesario fortalecer la presencia de los consulados mexicanos en Estados Unidos, duplicarles el presupuesto y aliarse con asociaciones defensoras de los migrantes.

Posición debilitada

Subrayó que la posición de la titular de la SRE, Claudia Ruiz Massieu, en el gabinete se ha debilitado y hay dudas acerca de si podrá tener interlocución con el nuevo gobierno estadunidense.

Consideó importante tener en ese cargo a una persona con capacidad para poner cara, hábil e inteligente, con credibilidad interna y externa, y que sea convincente para que pueda tener condiciones de negociación con el nuevo gobierno.

Ximena Gallegos, de la Universidad Iberoamericana, dijo que las 11 medidas son importantes, pero llegan tarde. Tenían que haberse implementado desde hace tiempo, sobre todo cuando el problema de las deportaciones no es nuevo. Al menos 3 millones de mexicanos han sido repatriados, añadió.

Expuso que no se observa una política acorde con esa situación y tampoco la suficiente fuerza en los consulados para atender problemas asociados a las deportaciones. Por ejemplo, dijo que no se vinculan con los paisanos que permanecen detenidos por meses ni toman denuncias de violaciones a sus derechos durante la repatriación.

La investigadora coincidió con Valdés en que se requieren mayores recursos para que los consulados móviles lleguen a más lugares.

Entre las 11 acciones de la SRE se encuentra la apertura de una línea telefónica las 24 horas del día, el reforzamiento de las actividades de las representaciones mexicanas y la ampliación de su horario de atención.