Viena.

Los dos rivales en las elecciones presidenciales austriacas de este domingo endurecieron el tono para movilizar a los votantes en un duelo electoral muy seguido en Europa entre el candidato de ultraderecha Norbert Hofer y el ecologista liberal Alexander Van der Bellen.

La participación de los ciudanos en la segunda vuelta de los comicios será decisiva. Los dos aspirantes están muy cerca en los sondeos, con sólo 31 mil votos de diferencia en favor de Van der Bellen en la primera vuelta del 22 de mayo, elecciones que fueron anuladas por irregularidades denunciadas por el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, por sus siglas en alemán), de Hofer.

Si gana Hofer se convertirá en el primer presidente de extrema derecha en la Unión Europea, lo que serviría de aliciente a otros partidos, como el Frente Nacional, en Francia, o el Partido de la Libertad, de Geert Wilders, en Holanda, naciones que celebrarán comicios legislativos en 2017.

El rumbo del país

El último mitin de Van der Bellen, antiguo jefe de los verdes, empezó el viernes por la noche en un barrio de Viena entonando estribillos. Acabó con un tono solemne.

Más allá de la elección al cargo –bastante protocolario– de jefe de Estado austriaco, el domingo se juega la dirección que tomará Austria, cómo vemos nuestro futuro y cómo queremos que nos vea el mundo, expresó el economista, de 72 años, a sus seguidores.

Van der Bellen, quien se presenta como independiente, quiere ser un presidente de centro, porque dijo estar convencido de que no se resuelven los problemas mediante los extremos y el coqueteo con el radicalismo.

Por su parte, su rival del FPÖ, fundado por antiguos nazis, Norbert Hofer, afirmó un poco antes: También soy europeo.

Para Hofer, Europa atraviesa una crisis profunda que debe resolverse concentrando menos poderes supranacionales en Bruselas.

Hay que deshacerse del sistema polvoriento, expresó el vicepresidente del Parlamento austriaco, de 45 años. Su partido aplaudió en junio el voto de los británicos en favor de una salida de la Unión Europea y recientemente la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, victoria contra “el establishment desfasado y connivente”, según el líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache.