Viena.

Austria elige presidente este domingo en segunda vuelta entre Norbert Hofer, candidato del Partido de la Libertad (FPÖ) y defensor de una política euroescéptica y antimigratoria, y Alexander Van der Bellen, ecologista liberal que se presenta como independiente.

De ganar Hofer el país se convertiría en el primero de Europa occidental en elegir a un mandatario de extrema derecha, lo que marcaría un nuevo triunfo del populismo casi medio año después del Brexit y un mes posterior a la victoria de Donald Trump en los comicios estadunidenses.

Hofer, de 45 años, tendrá una segunda oportunidad de llegar a la presidencia luego de que en la segunda vuelta del 22 de mayo perdió por 31 mil votos frente a Van der Bellen, de 72, aunque el escrutinio fue anulado por un recurso presentado por el FPÖ, que denunció irregularidades.

Un triunfo de Hofer marcaría un giro en Austria y en la UE, dinamizando a los partidos populistas tanto de derechas como de izquierdas, consideró Charles Liechefield, del gabinete estratégico Eurasia, antes de un año electoral muy incierto en Francia, Holanda y Alemania.

La victoria del líder del FPÖ se podría interpretar como un nuevo revés para el gobierno austriaco, la política de acogida de refugiados de Angela Merkel y para Bruselas, agregó. Aún así, el jefe de Estado austriaco tiene competencias limitadas y no interviene en la gestión diaria, recuerda el analista. Subraya que el verdadero desafío para el FPÖ es hacer de estos comicios un trampolín para la cancillería, el corazón del Poder Ejecutivo.

Antes del verano, los debates se centraban en la llegada de más de 100 mil migrantes a Austria desde principios de 2015, pero últimamente han derivado en cuestiones de política exterior, como el Oxit o eventual salida de Austria de la Unión Europea.

Si se celebraran elecciones legislativas el FPÖ, creado en 1956 por antiguos nazis, quedaría en primer lugar con una ventaja de 30 por ciento en la intención de voto, según sondeos.