Sábado 3 de diciembre de 2016, p. 5
París.
Hace 150 años nació en Moscú un artista que allanaría el camino a la modernidad. Se llamaba Wassily Kandinsky y está considerado el padre de la abstracción lírica y el expresionismo. Con motivo del redondo aniversario, museos de todo el mundo rinden homenaje a este genio que siempre fue por libre.
Kandinsky: los años parisinos (1933-1944) es el nombre de una ambiciosa exposición montada en el Museo de Arte de Grenoble, que se centra en la última etapa creativa del pintor ruso.
Kandinsky desarrolló en París un estilo que contrastaba con todo lo visto en su tiempo y en su lenguaje pictórico anterior
, afirma el director del museo, Guy Tosatto. En aquellos años, volvió a empezar de cero. No en vano, uno de sus primeros lienzos parisinos lleva por nombre Start (Principio).
En más de 70 pinturas de la muestra, el visitante encuentra coloridas formas biomórficas que recuerdan a pequeños y divertidos peces marinos o a los Barbapapas
, esos personajes franceses con forma de pera que protagonizaron libros infantiles y series animadas a finales de los años 60 del siglo pasado. Teniendo en cuenta que estas obras fueron creadas en el exilio de Kandinsky y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, resultan sorprendentemente despreocupadas y ligeras.