Afectados piden atención cuando ya tienen males graves, precisa especialista
Hace 12 años se logró cobertura en antirretrovirales, pero esto no refleja menor mortalidad: Instituto de Nutrición
Reportan ligeros cambios en el número de los fallecimientos
Jueves 1º de diciembre de 2016, p. 39
El VIH/sida sigue en aumento en el país. Aunque está concentrado en grupos de riesgo, no hay ninguna evidencia sólida de que la transmisión del virus se detenga o disminuya. Ha aumentado la detección, pero el mayor reto sigue siendo que los afectados llegan tarde a los hospitales, con enfermedades graves que les quitan la vida, aseguró Juan Sierra, jefe de la Clínica de Sida del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
En entrevista con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida (1º de diciembre), resaltó que el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales, que en México se logró a partir de 2004, no se ha reflejado en un descenso de la mortalidad, como sí ha ocurrido en países desarrollados.
Información del Centro Nacional de Prevención y Control del VIH/sida (Censida) señala que las cifras de mortalidad se han mantenido prácticamente sin cambios en años recientes. Mientras en 2011 fallecieron por esta causa 5 mil 43 personas, en 2012 fueron 4 mil 974; en 2013, 4 mil 97, y en 2014, 4 mil 763.
Desde mediados de la década de los 90, los medicamentos antirretrovirales lograron que la infección dejara de ser mortal y se convirtiera en padecimiento crónico en el mundo; en México, esto ocurre, aunque con impacto menor, de acuerdo con las cifras y la experiencia clínicas.
Juan Sierra comentó que entre los retos que enfrenta el país está que los seropositivos se enteran de su condición de salud hasta que aparecen las enfermedades denominadas oportunistas, pues se originan en organismos que se han quedado prácticamente sin defensas a causa del VIH.
Para aspirar a lograr la meta de eliminar el VIH/sida para 2030, como ha planteado la Organización Mundial de la Salud, esto ya no debería suceder. El panorama nacional, señala, debería ser más parecido a lo que ocurre en países desarrollados, donde quienes viven con VIH enfrentan los riesgos de salud de la población general, es decir, enfermedades cardiovasculares, cáncer –no siempre relacionado con el virus– y afecciones del hígado, entre otras, indicó.
En México, alrededor de 20 por ciento de quienes viven con VIH/sida tienen más de 50 años de edad, y entre 10 y 15 por ciento de las nuevas infecciones también corresponden a este grupo etario. Una vez que se controla el virus, los pacientes deben recibir servicio médico integral para prevenir los otros males crónicos en el primer nivel de atención.
El especialista reconoció los avances a escala nacional en la cobertura de medicamentos antirretrovirales, los sistemas de información sobre sida, la prevención de la transmisión perinatal del virus y la relevancia que ha adquirido el diagnóstico temprano.
Sierra también habló sobre un tema que pone en riesgo la continuidad de las terapias, sobre todo entre jóvenes que, por su condición de estudiantes en escuelas públicas, son derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social. Han empezado a ser dados de baja del Seguro Popular, y lo que hemos visto es que el cambio no les favorece y algunos abandonan los tratamientos
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