La titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Arely Gómez, sostuvo que el reto más importante que tienen las instituciones es reconstruir la confianza social en las acciones de gobierno, pues la barrera infranqueable que perciben los ciudadanos puede convertirse en una espiral progresiva que deslegitime a las propias dependencias. Los ciudadanos dudan de la eficacia, eficiencia y el destino de los recursos que se otorgan a las instituciones y se asume excluida de las decisiones que les competen.

Al encabezar la séptima reunión del Sistema Nacional de Fiscalización, aseveró que la corrupción no es porque las instancias de fiscalización no hayan realizado su trabajo en los últimos años; por el contrario, su labor ha sido fundamental en traer a la luz un problema que desde hace décadas permanecía oculto, pero hay nuevos retos para erradicar ese flagelo y reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones.

El auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, señaló que el Sistema Nacional de Fiscalización está llamado a desempeñar un papel central para lograr que todas las instancias tengan participación en los procesos para detectar, prevenir o sancionar los actos de corrupción. Subrayó que en su construcción debe enfatizarse la homologación del marco legal y la coordinación para lograr la prevención de actos de corrupción de los tres niveles de gobierno.

Estimó que la viabilidad de dicho sistema está condicionada, fundamentalmente, por lo que logremos constituir. Subrayó que desde el principio, cuando se conformó este último sistema, estaba claro que era una empresa cuyo impacto se manifestaría en el mediano y largo plazos.

En ese entonces, dijo, se partió de un diagnóstico que revelaba cuáles eran los principales problemas para mejorar la rendición de cuentas: dispersión de los esfuerzos, redundancia de las acciones y ausencia general de coordinación entre las autoridades responsables para tratar el mismo objeto de análisis. Fue entonces, en 2010, que lanzamos una iniciativa para atacar el problema desde una perspectiva distinta.

En su intervención, Arely Gómez subrayó que la importancia del control interno en las dependencias de gobierno va más allá de un protagonismo institucional o una persecución irracional de servidores públicos. Señaló que como miembros del Sistema Nacional Anticorrupción, no puede olvidarse la expresión de 600 mil ciudadanos en su diseño y el respaldo presidencial para su aprobación.