Miércoles 30 de noviembre de 2016, p. 2
Madrid. Las nuevas tecnologías han hecho mucho daño a la proliferación de la apología de trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, con webs que los promueven como estilos de vida sin que una ley regule estos contenidos, pero el auge de las redes sociales es mucho más peligroso que Internet, ya que invisibiliza
la difusión de mensajes fomentando la extrema delgadez. En ese sentido, la especialista Marga Serra, de la Universitat Oberta de Catalunya, recordó que en redes sociales como Snapchat, Twitter, Facebook o Pinterest se promueven los desórdenes alimentarios y, sólo en Instagram, hay más de 4.5 millones de fotos colgadas con la etiqueta #anorexia. Otras menciones o hashtag como #A4Paperchalleger, #iphone6challenge o #collarbonechallenge proponen retos que fomentan la delgadez extrema como estereotipo a seguir, que plantean que la cintura sea más estrecha que una hoja DIN-A4 (carta, aproximadamente) o que las dos rodillas juntas sean más estrechas que un teléfono móvil y, para demostrarlo, hay que colgar las fotos.