Luego de dos días de estar en contacto con fosfuro de aluminio, sustancia altamente tóxica, Roberto Silva llegó al área de urgencias del hospital general La Raza con dificultad para respirar, opresión en el pecho, dolor abdominal, náuseas, mareos y deshidratación. Una vez que informó su situación, las autoridades del nosocomio decidieron desalojar la zona.

El objetivo fue proteger a 40 pacientes y 25 trabajadores, pues la sustancia podía encontrarse en el ambiente y, además de los síntomas mencionados, puede provocar la muerte.

En el caso de Silva, se le proporcionó atención médica para estabilizarlo. Los especialistas lo reportaron desde ayer fuera de peligro.

El paciente indicó que es conductor de un transporte de carga en el cual llevaba granos de cacao de Cárdenas, Tabasco, pero desconocía que el producto había sido sometido a fumigación con el fosfuro de aluminio.

La intoxicación se originó por una fuga de aire dentro del vehículo. Ayer, Guillermo Careaga, director del hospital general La Raza, dijo que el derechohabiente estuvo en contacto con tres tabletas de fosfuro de aluminio.

Frente al riesgo de contaminación a otros pacientes, decidió que se desalojara el área de urgencias; a algunos los llevaron a otras zonas del mismo nosocomio, otros fueron trasladados a hospitales generales de zona y algunos más fueron dados de alta.

El funcionario explicó que la zona será sometida a limpieza y desinfección, lo que incluirá la medición de niveles de la sustancia que pudieran encontrarse en el ambiente, y se reabrirá cuando haya certeza sobre la seguridad de la zona.

También dijo que el hospital mantiene recepción de pacientes con alguna urgencia médica, en el área de triage, donde se les evalúa y canaliza, con base en la enfermedad y el nivel de gravedad, al servicio médico en La Raza o alguna otra unidad médica del Seguro Social.