Marisol Romero, competidora olímpica de Río 2016, denunció que en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) se negaron a atenderla de un par de lesiones que venía arrastrando y que se agudizaron durante la justa brasileña de agosto anterior, aunque prácticamente ya está recuperada de los males que la aquejaron.

Durante su participación en los 10 mil metros en Río se le agravó una lesión en la pierna izquierda, por lo que no pudo lograr su mejor actuación. “El doctor (Héctor Martínez) luego se desatendió de mí y hasta llegué a escuchar que comentó: ‘me voy con los ganadores’”.

A su regreso de la justa, acudió a la Conade en tres ocasiones, pero en ninguna le hicieron estudios, y aunque determinaron que debería hacerse algún análisis médico, hasta ahora sigo esperando que me den la orden de trabajo que nunca nadie quiso extender.

Decidida a no dejarse caer por esta adversidad, determinó pagar todos los estudios médicos necesarios y someterse a la terapia que le mandó el especialista, por lo que ahora que ya regresó a la preparación general se siente contenta de que no debió someterse a ninguna intervención quirúrgica.

Pero lamenta que en la Conade –a lo mejor en los puestos de arriba ni siquiera se enteraron– no todos estén haciendo bien su trabajo y que no le hayan tendido la mano cuando más lo necesitaba.

Durante 10 años nunca tuve, afortunadamente, ninguna lesión... pero ahora que necesité de su apoyo, resulta que no pudieron atenderme y dejaron que yo me aliviara con mis propios recursos, expuso molesta.

Aunque sabía que durante los Juegos Olímpicos y otras competencias los deportistas están respaldados por un seguro de gastos médicos, en esta ocasión no tuvo ninguna atención de esa naturaleza, pese a que además es parte del fideicomiso Compromiso Integral de México con sus Atletas (Cima).

Ahora con Rodolfo Gómez, quien aceptó ser su entrenador, se dedicará de lleno al maratón.