La hipertensión arterial pulmonar aparece de repente. En la mayoría de los casos se desconocen las causas, pero los síntomas iniciales se parecen al asma, la bronquitis o las crisis de ansiedad. Como la mayoría de los afectados tienen entre 20 y 40 años de edad, es poco probable que se piense en este padecimiento, por lo que el diagnóstico se retrasa dos años o más, aseguró Francisco Moreno, neumólogo del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

A causa de esta enfermedad los vasos sanguíneos de la arteria pulmonar se endurecen y engruesan, y al paso del tiempo se obstruye el flujo sanguíneo que debería llegar al órgano para su buen funcionamiento.

También el corazón se ve afectado porque la sangre que bombea hacia los pulmones no puede pasar.

Al disminuir la irrigación sanguínea, las personas sufren por falta de aire. Al principio es un problema leve que obliga a caminar menos, no hacer esfuerzos físicos y en general, a limitar sus movimientos.

Existen varias clasificaciones de hipertensión pulmonar, pero la que más se ha estudiado es la de tipo 1, para la cual están disponibles algunos tratamientos farmacológicos que garantizan la prolongación de la esperanza de vida al menos 10 años, explicó el especialista.

A escala mundial, la prevalencia es de 25 enfermos por cada millón de habitantes. En México, se estima que hay alrededor de 4 mil pacientes, pero no existen estadísticas puntuales.

En entrevista, Francisco Moreno comentó que de los pacientes sin diagnóstico y/o sin medicamentos, la mitad muere en el transcurso de los siguientes 2.5 años, en promedio.

Especialistas de diversas instituciones del sector salud se organizaron para crear un registro nacional de casos, documentar la relevancia de la hipertensión arterial pulmonar y la necesidad de que su atención se incluya en la cobertura del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular.

Moreno resaltó que hay más mujeres que hombres con este padecimiento, y es frecuente que lleguen a los hospitales con un embarazo en curso, lo cual complica más el cuadro.

También se presenta en personas con esclerosis, lupus eritematoso, artritis reumatoide y VIH/sida. Estos pacientes deben estar bajo vigilancia médica, a fin de detectar la hipertensión arterial pulmonar en sus etapas iniciales, cuando las posibilidades de controlarla son mayores.

En cuanto al diagnóstico, Moreno detalló que generalmente se hace cuando además de la dificultad para respirar, los afectados sufren desmayos o mareos, tienen las piernas hinchadas y ya han sido vistos por varios médicos sin obtener resultados.

Reconoció que es complejo identificar y confirmar la presencia de hipertensión arterial pulmonar. Se requiere un estudio de imagen, ecocardiograma, y de salir positivo, un cateterismo cardiaco derecho para confirmar.

Es un padecimiento crónico, progresivo y letal, pero los medicamentos han cambiado el curso de la enfermedad. Una primer terapia fue Sildenafil (viagra) pero ya han surgido otros más potentes, aunque son de alto costo y claramente, no están al alcance de todos los enfermos y menos aún para quienes están fuera de las instituciones de seguridad social.