Sexto funcionario del presidente Michel Temer que dimite
Sábado 26 de noviembre de 2016, p. 24
Brasilia.
El influyente ministro brasileño Geddel Vieira Lima, a cargo de la articulación política del gobierno, dimitió este viernes tras ser acusado de tráfico de influencias, que apuntan al presidente Michel Temer.
La crisis estalló cuando el ministro de Cultura, Marcelo Calero, quien renunció la semana pasada, acusó a Vieira Lima de presionarlo para que aprobara un proyecto inmobiliario en la norteña localidad de Salvador de Bahía. En una declaración a la policía federal, Calero denunció que Temer intercedió en favor de Vieira.
La crisis comenzó cuando Marcelo Calero dejó su cargo y declaró ante la policía federal que su homólogo de Asuntos Legislativos, Geddel Vieira Lima, lo presionó para que permitiera la construcción de un edificio de lujo en una zona de preservación histórica en la ciudad de Salvador, a mil 600 kilómetros al noroeste de Río de Janeiro, donde Lima había comprado una unidad en el proyecto de viviendas de lujo.
Calero, quien dimitó la semana pasada, testificó que el propio presidente le sugirió usar un método que eludiera el proceso normal de supervisión para tales construcciones. Aseguró que el mandatario lo invitó al palacio presidencial la semana pasada, para sugerirle que buscara una salida
. Le indicó que las restricciones de edificación habían creado dificultades operacionales
en su gobierno. La política tiene estas cosas, ese tipo de presión
, afirmó Temer, de acuerdo con el testimonio de Calero.
En su carta de renuncia, Lima, quien también milita en el conservador Partido del Movimiento Democrático Brasileño, de Temer, manifestó que las acusaciones son simples interpretaciones
. Aseguró que dejó el cargo porque su familia está sufriendo
, debido a los señalamientos.
Lima es el sexto ministro del gobierno actual que se ve obligado a dimitir, en medio de acusaciones de corrupción. En tanto, el izquierdista Partido Socialismo y Libertad dijo que presentará una iniciativa ante el Congreso para que se abra un juicio político contra Temer.
La escena política quedó en una situación crítica por el juicio político y destitución de la presidenta Dilma Rousseff, a quien el senado controlado por la oposición conservadora encontró culpable de infringir las leyes fiscales. Temer, quien era el vicepresidente, sustituyó a la izquierdista Rousseff y se convirtió en objetivo de los aliados de la ex mandataria, quienes describieron la destitución como un golpe de Estado
legislativo.
La renuncia de Vieira Lima como ministro a cargo de las relaciones con el Congreso hizo caer la moneda y la bolsa de Brasil, lo que agrava la crisis económica y política en Brasil.