En los pasados tres lustros, el número de escuelas multigrado, es decir, donde un sólo maestro atiende a más de un grado escolar, se ha mantenido relativamente estable en México.

Se estima que actualmente 44 por ciento de todos los planteles de educación primaria son multigrado, 26.6 por ciento de los de prescolar y 18.6 por ciento de las telesecundarias.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) –que este año anunció la elaboración del plan de análisis y mejora de dichas escuelas, el cual deberá concluir este diciembre–, en su mayoría atienden a población en zonas rurales de alta y muy alta marginación, y a las comunidades indígenas.

Por entidad federativa destacan Chiapas, con 69.6 por ciento de todas sus escuelas primarias en la modalidad multigrado; Durango, con seis de cada 10 planteles de nivel básico; Guerrero, con 48.8 por ciento; Michoacán, con 46.7; Oaxaca, con 53 por ciento; San Luis Potosí, con 60.9, y Zacatecas, con 57.4 por ciento.

En su informe La educación obligatoria en México 2016, el INEE destaca que 23 por ciento de la población nacional (27.4 millones) vive en localidades rurales de menos de 2 mil 500 habitantes. Además, se estima que de las poco más de 192 mil existentes, al menos 139 mil tienen menos de 100 habitantes.

El organismo autónomo reconoce que hay presión importante para el Sistema Educativo Nacional a fin de garantizar la universalización de la formación obligatoria, pues debe atender poblaciones extremadamente dispersas y mantener la oferta en las zonas urbanas.

Sin embargo, en su informe Panorama Educativo de México 2014, el instituto también destaca que las escuelas multigrado pueden funcionar y ser exitosas siempre y cuando cuenten con los recursos adecuados y suficientes.

En el contexto internacional, agrega, hay casos de éxito de este modelo de organización escolar en Cuba, Colombia, Finlandia y Francia, donde no hay diferencia en los logros académicos entre las escuelas multigrado y las que no lo son.

Subraya que dichos planteles deben tener acompañamiento pedagógico y de gestión, pues donde han sido exitosos se debe en gran medida a que en estas naciones se contaba con un equipo de trabajo itinerante, además de los docentes que impartían clases en los centros escolares.

Este esquema, indica, permite que estén acompañadas y asistidas por una serie de actores pedagógicos y administrativos que contribuyen a llevar con éxito a los alumnos, a pesar de que dichas escuelas, por lo general, están aisladas geográficamente.

En cuanto al financiamiento, en el informe La educación obligatoria en México 2016, el INEE advierte que la desigualdad en el gasto educativo, que afecta a la mayoría de los escuelas en zonas rurales y aisladas, se sigue perpetuando con la aplicación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo, pues se beneficia más a los estados con dos sistemas (federal y estatal) que los más empobrecidos.