En La Paz cae líquido de color amarillento unas horas cada 3 días
Jueves 24 de noviembre de 2016, p. 24
La Paz.
La falta de agua que sufre buena parte de Bolivia ha sido como un terremoto
que sorprendió al gobierno de Evo Morales, admitió este miércoles el mandatario, quien recurrió al ejército para repartir agua entre la población, en momentos en que continuaron las protestas por los cortes del líquido.
Para mí es como un terremoto; no calculamos, no estaba en nuestras previsiones la falta de agua, nos ha sorprendido
, afirmó el gobernante durante una reunión con la cúpula militar y varios de sus ministros para evaluar la distribución de agua en La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Bolivia soporta una de las peores sequías en 25 años, que provocó el racionamiento del recurso natural en siete de las 10 principales ciudades del país (La Paz, El Alto, Cochabamba, Tarija, Sucre, Oruro y Potosí). Sólo Santa Cruz, Trinidad y Cobija están sin problemas.
La Paz, de unos 800 mil habitantes, y El Alto, de 900 mil, sufren racionamientos desde hace más de dos semanas. En medio de esta emergencia nacional, declarada el lunes, Morales ordenó que más de medio centenar de camiones cisternas y antidisturbios del ejército, de la estatal petrolera YPFB e incluso de la Unidad de Bomberos, distribuyan agua en los barrios afectados.
La población hace largas filas por agua en condiciones climáticas difíciles.
Casi la mitad de residentes de La Paz tienen agua en sus casas unas horas cada tres días, aunque su color amarillento la vuelve no potable. Las autoridades sanitarias recomiendan filtrarla y hervirla antes de consumirla.
En otras muchas viviendas, las cañerías han quedado secas.
Poco más de 8 mil manifestantes llegaron de El Alto y se congregaron en la sede de gobierno para protestar contra el Ejecutivo por no haber sabido paliar esta emergencia nacional. Exigieron la renuncia de la ministra de Aguas, Alexandra Moreira, a quien culpan de falta de previsión.