Representantes de comunidades mayas que participan en la consulta indígena acerca de la siembra de soya transgénica, expresaron que las autoridades buscan acelerar el proceso con mala información y dividir a las 35 comunidades del municipio de Hopelchén. Pusieron de ejemplo que el 14 de noviembre en Dzibalchén, el proceso se efectuó en unas cuantas horas con la participación de apenas 40 personas de un total 3 mil 500 habitantes.

Las comisiones Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados y para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas ignoran los plazos, las fechas y las fases que se habían acordado en la pasada reunión con representantes debidamente nombrados de 35 comunidades mayas, informaron en un comunicado.

Señalaron que repiten la misma estrategia de división impulsada antes en la comunidad de Iturbide, donde avalaron que un grupo reducido de soyeros, en una simulación de consulta y en nombre de la población, aceptara la siembra del grano genéticamente modificado. Ese proceso ya fue impugnado por el comisario con el respaldo de una asamblea comunitaria mayoritaria (tres veces más numerosa que los firmantes de la simulada y fallida consulta), pero dejó a su paso situaciones de confrontación y violencia como la del 15 de octubre, en la que un grupo reducido de soyeros increpó y amenazó de muerte a los representantes de las demás comunidades y a sus asesores.

Explicaron que 35 comunidades acordaron seguir el proceso de manera ordenada, en diálogo y discusión directa con las autoridades federales encargadas de llevarlo a cabo por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a pesar del ambiente enrarecido que han generado las autoridades encargadas de verificar el cumplimiento de la sentencia.