Estudiantes de la comunidad lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero e intersexuales (LGBTTTI) de nivel básico son hasta ocho veces más vulnerables a la violencia en los centros de estudios, sostuvo Mary Guinn Delaney, especialista regional en VIH/sida de la Unesco, en Santiago de Chile. Agregó que la educación en sexualidad es importante para prevenir el acoso trans y homofóbico.

En todas las regiones del mundo al menos 65 por ciento de los alumnos de ese sector de la población señaló que vive, como una realidad cotidiana, violencia sicológica, física, abandono o aislamiento que sufren en su contexto escolar y en la mayoría ocasiona deserción. Las agresiones se originan mucho más en las escuelas que en los hogares, de los padres o en sus comunidades, lo cual es inaceptable.

José Ángel Aguilar, de la asociación Demysex, y Roberto Pérez, de la Fundación Arcoíris, presentaron en la Ciudad de México una guía para prevenir el fenómeno en ese sector de la población, la cual formula estrategias de apoyo a docentes y autoridades a fin de abordar el tema desde un enfoque de derechos humanos.

En videoconferencia desde Chile, Mary Guinn indicó que El silencio que guardan las personas frente a situaciones difíciles muchas veces es peor que los mismos actos directos de discriminación. Cualquier forma de violencia constituye un impedimento al ejercicio de los derechos a la educación de todos.

En ese sentido, precisó que el impacto del acoso en la carrera académica de niños y jóvenes LGBTTTI a temprana edad es especialmente tóxico, ya que el daño dura toda la vida.

Para erradicar el fenómeno, planteó, los países deben aplicar políticas adecuadas al respecto en el sistema educativo. El desarrollo curricular de materiales educativos y por supuesto la formación docente son muy importantes.

Por su parte, Esther Corona, coautora de la guía, titulada Taller de sensibilización para prevención del bullying trans y homofóbico en las escuelas, explicó que el acoso escolar se manifiesta por insultos seguido de agresiones físicas y ocurre en instituciones tanto públicas como privadas. Es un asunto que puede terminar en la muerte. Los estudiantes con una opción sexual distinta a la heterosexual sufren con mayor intensidad ese fenómeno. En México se reporta hasta en 67 por ciento.