Querétaro, Qro.

El dirigente nacional del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, consideró ayer que la administración de Enrique Peña Nieto se demoró un poco para tomar medidas ante la posible deportación masiva de mexicanos por el gobierno que Donald Trump encabezará en Estados Unidos, pero más vale tarde que nunca.

Señaló que de ganar la Presidencia en 2018, la relación con el gobierno de Estados Unidos será de respeto y buscará convencer a Trump de que se necesita un vínculo bilateral basado en la cooperación para el desarrollo. Más que muros o deportaciones se requiere empleo, expresó.

En entrevista en el municipio de Cadereyta, pidió esperar a que Trump inicie funciones, y no adelantar vísperas.

Una cosa es ser candidato y otra es ocupar la presidencia de un país, son cuestiones distintas. Yo he estado pendiente de lo que sostiene después de la elección el señor Trump, y ya es otro el discurso, acotó.

Consideró que el discurso de Trump se ha suavizado, y recordó que en la noche de la elección de Estados Unidos pidió tener calma, que los mexicanos sean muy conscientes de que somos parte de un país libre, independiente, soberano, que no dependemos de ningún gobierno extranjero.

Agregó que si gana los comicios presidenciales de 2018 ofrecerá a Estados Unidos una relación de respeto y buscará convencer al país vecino de que se necesita una relación bilateral fincada en la cooperación para el desarrollo.

Más que muros o deportaciones, se requiere que haya empleo en México, trabajo, desarrollo en el país para que de esa manera no tengan los mexicanos necesidad de irse a trabajar a Estados Unidos, indicó.

Además, reprochó a Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, quien se atrevió a decir que si ganaba Trump iba a haber un huracán, eso no lo debió decir nadie, pero menos él porque cualquier autoridad lo que tiene que buscar es llamar a la calma, a que no haya nerviosismos, a dar confianza a los migrantes, a sus familiares, a estar con ellos y dar confianza a los inversionistas.