La árbitro de taekwondo ganó el PND por su labor en Río 2016
A veces no reconocen nuestro trabajo y nos acusan de vendidos
Jueves 17 de noviembre de 2016, p. a14
Un árbitro no premia ni castiga, simplemente da una buena decisión
, es la premisa con la que la juez Nubia Elizabeth Segundo Flores se conduce cuando califica una competencia de taekwondo. Su máxima la ha llevado a ser reconocida como justa en diferentes áreas de combate, acaso exigente, pero sobre todo orgullosa de practicar esta profesión.
Aunque un juez deportivo a veces no pasa de ser un verdugo que corta los sueños o su decisión sirve para alcanzar la gloria, en el caso de Segundo ella está emocionada por haber sido distinguida con el Premio Nacional de Deportes –en una nueva modalidad del galardón–, por su ejemplar labor en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
También se siente comprometida porque si bien su trabajo ha estado siempre bajo el escrutinio de los competidores de la familia internacional del taekwondo, ahora se sabe más observada, porque muchos tratarán de descubrir los aciertos que la han llevado a ser considerada la mejor de su país.
En entrevista con La Jornada dice que su trabajo no es sencillo; sino lo contrario, porque se trata de que no haya ninguna duda de quién gana una competencia entre iguales
, más allá de que siempre habrá un 50 por ciento que estén de acuerdo y está la otra mitad del que resultó perdedor que recriminará, aunque sea en silencio, pero por fortuna aquí no pasa a mayores.
Con una experiencia de 13 años como fiel de la balanza de las más importantes competencias nacionales y con seis mundiales, su andar por los mejores escenarios del orbe le han dado satisfacciones que la han marcado y que quedan en su mente como recuerdos agradables, ideas que vienen a su mente cuando cita a un padre de familia de Aguascalientes que la felicitó por su buena labor en un certamen realizado en esa entidad.
Señaló que son pocas las veces que alguien le dice a un árbitro que hizo bien su trabajo, que se apegó al reglamento. Normalmente la mayoría reclama, enjuicia al juez: ¡Uyy, cuánto te pagaron!
, ha escuchado como reclamos, más algunos improperios, pero no para su labor.
Nacida en el entonces Distrito Federal en 1978, tercera de cuatro hijos de Simón Segundo y Rufina Flores, Nubia, de 38 años, se inclinó por el taekwondo al ingresar a la vocacional 6 y de inmediato le atrajo la práctica de este deporte, que acababa de ingresar como una nueva actividad a las aulas de la institución, por lo que ya no abandonaría ese camino.
Aunque reconoce que sólo destacó en el ámbito nacional, en el que es cinta negra, ahora se ha propuesto ser una de las jueces más reconocidas en el plano mundial, donde se ha vuelto una pieza clave en diferentes latitudes donde es requerida por su honesta y pulcra forma de aplicar el reglamento y su criterio.
Modesta, entregada. Disciplina y respeto son los calificativos que definen su forma de ser y su trabajo, porque no hay nada que influya en ella para beneficiar o perjudicar a nadie, porque aquí se trata de aplicar el reglamento y sí, el criterio, pero siempre bajo la premisa del juego limpio
, señala.
El jueceo, su camino
El jueceo fue el camino que siguió para mantenerse dentro del mundo del taekwondo, gracias a que el profesor Jorge Reynoso Cruz –réferi con gafete internacional y juez en los Juegos Olímpicos de Londres 2012– le enseñó las virtudes de aplicar fielmente la balanza en este deporte. Eso le cambió por completo la percepción que tenía y ahora comparte su vida al ser su esposa.
Al preguntarle sobre las modificaciones que habrá en los próximos días en el Grand Prix de Bakú, Azerbayán (9-10 de diciembre), competencia en la que impartirá justicia sobre el tatami, comentó que se trata de perfeccionar el sistema de conteo, de hacer más espectacular lo que de por sí ya es, además de mejorar todos los aspectos.
La tecnología en todos los deportes se ha venido imponiendo y el taekwondo no es la excepción. El uso del peto electrónico nos ha ayudado mucho y creo que aporta mucho en buena medida al trabajo de los jueces, pero nuestra mano está presente en otro tipo de circunstancias
, explicó.
Sobre la triple medallista olímpica mexicana María del Rosario Espinoza, sólo apunta que desde el inicio de su carrera deportiva se propuso ganar esas preseas: Es una competidora no sólo admirada y reconocida en todo el mundo, sino que le tienen un gran cariño y enorme respeto
.
Ella es un orgullo mexicano, una persona que ha luchado contra todo y siempre ha salido adelante. Ahora que está en la cima parece no tener más límites.
–Profesora Nubia, si en sus manos estuviera lograr que el país fuera mejor, ¿qué haría?
Sin dudarlo, responde: Empezaría por fomentar y motivar entre niños y jóvenes los mejores valores del deporte y de la sana convivencia, porque aunque esté gastada la frase de que son el futuro de cualquier país, hay que dar justamente la dimensión que encierra ese mensaje y engrandecerlo
.