Un asalto lo postró en una silla de ruedas
Miércoles 16 de noviembre de 2016, p. a15
La vida le puso una prueba tan dura, que a muchos habría derrumbado o hecho dudar de su capacidad. Pero el ahora abogado Édgar Cesáreo Navarro Sánchez, lejos de descuidarse luchó para rehacer su vida y hoy se siente pleno por sus logros deportivos, que suman una vitrina llena de medallas y copas.
Hace poco más de dos décadas sufrió un asalto y quedó sin movilidad en las piernas. Sin embargo, su mundo no se acabó. El entonces técnico en electrónica supo que debía rehacer su vida desde una silla de ruedas para no detener su andar.
Entonces se dio a la tarea de optar por hacer deporte y tuvo la fortuna de que en México comenzaba una etapa en la que a los atletas con capacidades diferentes se les abrían puertas y rampas para despegar y conseguir logros en el ámbito nacional y allende las fronteras.
No fue fácil, recordó, ya que al principio sí recibían apoyos, pero menos de los que necesitaban para convertirse en la potencia reconocida mundialmente que lograron años después.
No obstante, estaba convencido de que no se quedaría postrado en una silla y que lucharía para salir adelante bajo las nuevas condiciones que la vida, injustamente, le impuso.
Aunque desde hace varios ayeres empezó a tener logros en diferentes partes del mundo y deseaba obtener el Premio Nacional de Deportes, no fue sino hasta unos días que por fin vio recompensado su esfuerzo y recibirá el galardón más preciado al que puede acceder un competidor en México, por lo que me siento no sólo sorprendido, sino muy feliz porque se reconoce lo hecho desde hace mucho tiempo
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Suma siete medallas en Juegos Paralímpicos y siete en competencias mundiales, donde si fuera por la determinación, nada habría logrado, comentó.
En un ejercicio de imaginación, de esos que con frecuencia tiene cuando admira las preseas ganadas, piensa dónde colocar la que le entreguen por el PND, porque es un premio muy especial y como tal merece un lugar así, razona en voz alta.
Édgar tiene 45 años de edad, pero el empuje de un adolescente, comentó al preguntarle cuántos años tiene en el deporte adaptado, a lo que responde que 20. Ganó plata y bronce (400 y 100 metros) en Río 2016.
El abogado por la Universidad Humanitas siempre ha tenido la determinación de que la pista es lo suyo y entrena –ahora bajo la supervisión de su hija Lluvia–, porque confío en que triunfaría.
Está por terminar el diseño de una silla de ruedas para montaña, algo así como una sillacross, con la que pueda disfrutar el contacto con la naturaleza y de lo que ahora se priva con frecuencia, aunque no descarta que en el futuro pueda integrarse esta modalidad, como deporte extremo quizá, a las competencias paralímpicas.