Cada año mueren 1.4 millones de niños en el mundo a causa de neumonía y diarrea, de los cuales la inmensa mayoría vive en países con ingresos medios o bajos, alerta el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en el reporte Una es demasiado: acabar con las muertes por neumonía y diarrea.

La Unicef estimó que casi 34 millones de niños han fallecido por estas enfermedades desde 2000, y advierte que sin inversiones en medidas esenciales de prevención y tratamiento, 24 millones más morirán de neumonía y diarrea antes de 2030.

Si bien esos padecimientos pueden evitarse, los decesos se dan en diversas regiones del planeta. Tan sólo la neumonía continúa como la principal causa de mortalidad infecciosa en menores de cinco años. Se calcula que en 2015 cada 35 segundo un menor falleció por esta enfermedad.

Con medidas sencillas y rentables se podrían prevenir decesos y acciones como la lactancia materna exclusiva, la vacunación, la atención médica primaria de calidad y reducir la contaminación del aire que se respira en los hogares, señala.