Que los niños piensen y debatan, plantea
Miércoles 9 de noviembre de 2016, p. 10
El premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, llamó a emprender en el país una revolución pedagógica consistente en que los niños aprendan y saquen conclusiones con resultados basados en la evidencia y no en las creencias, ‘‘lo que es la base de la democracia’’. Con ello, dijo, mejorará el sistema de enseñanza.
Al dictar una conferencia magistral durante el primer día de trabajos de la Conferencia Internacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) 2016, el científico exhortó a las autoridades correspondientes a seguir los proyectos de este tipo de sistemas pedagógicos que han sido analizados en las mejores universidades del mundo.
Ante los rectores de las casi 120 casas de estudios agrupadas en la Anuies, Molina destacó la importancia que las naciones desarrolladas han dado a la investigación científica y a la innovación, pues es parte del impulso económico de esos países. ‘‘Quienes han invertido mayores recursos en estos rubros son los que han progresado con mayor rapidez’’.
Lamentó que México esté muy atrasado en ese sentido, al igual que lo está en la enseñanza de las ciencias, las matemáticas y la comprensión lectora. Por ello, planteó la necesidad de realizar una revolución pedagógica que enseñe a los niños a pensar y a aprender ciencia haciendo ciencia.
‘‘Estos sistemas, que ya aplican algunas organizaciones y escuelas en todo el mundo, permiten que los niños hagan preguntas, razonen y trabajen en grupo. Aprenden a discutir y a debatir, y el maestro ya no es esa figura a la que se le tiene miedo.’’
Por el contrario, dijo, los docentes deben facilitar y propiciar la argumentación, el diálogo, el debate, la exploración, la experimentación y la curiosidad, además de conducir a los alumnos a trabajar en equipo.
El científico mexicano enfatizó que en el país y el mundo es fundamental continuar haciendo investigación sobre cómo se puede aprender mejor.