El diputado federal priísta Tarek Abdalá Saad, ex tesorero del gobierno de Javier Duarte, podría enfrentar un juicio de desafuero –fue inhabilitado durante 10 años por la Contraloría General de Veracruz– y un proceso penal en el estado por no aclarar el uso de 350 millones de pesos del erario.

Con enfado, Abdalá se ocultó entre las curules lo más lejos posible de los reporteros.

Junto con sus compañeros de bancada por Veracruz, Alberto Silva y Adolfo Mota, Tarek Abdalá se encuentra en medio de la controversia, pues la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer recientemente que tiene identificados a ocho presuntos cómplices del ex gobernador, indiciado por delincuencia organizada y manejo de recursos de procedencia ilícita.

Aparte, Armando Barajas, consejero del PRI que ha interpuesto recursos contra ex gobernadores de su partido señalados por corrupción, exigió a la PGR actuar contra el mandatario interino de Veracruz, Flavino Ríos, por haber apoyado a que Duarte escapara.

En tanto, la dirigente nacional perredista, Alejandra Barrales, aseguró que en este caso hubo complicidades en todos los niveles y demandó fincar responsabilidades por una de las peores crisis económicas y políticas que haya vivido el estado.

Barajas sostuvo que nadie cree que Ríos ignoraba que existía una orden de aprehensión contra Duarte cuando dio instrucciones de que le facilitaran un helicóptero para huir a Coatzacoalcos. No obstante, recordó que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI sólo puede actuar si existte denuncia.