Tras ser elegido Premio Nacional de Deportes, el jabalinista paralímpico Luis Alberto Zepeda tomó la decisión de continuar un quinto ciclo para Tokio 2020 en busca de una quinta medalla, después de ganado oro en Atenas 2004, bronce en Pekín 2008, oro en Londres 2012 y plata en Río 2016.

Para mí el galardón tiene un valor incalculable. Es algo que había esperado y buscado desde hace muchos años porque llevo compitiendo 28 o 30. Es una larga carrera deportiva y yo creía que me retiraba del deporte sin haber ganado ese premio, que es un orgullo, algo motivante y me impulsa a seguir adelante, señaló el sonorense en entrevista telefónica.

La plata que consiguió en los Juegos Paralímpicos de Brasil le supo a oro, pues la logró con su mejor marca de la temporada, un lanzamiento de 25.92 metros, en una competencia que enfrentó con fuerte dolor en el hombro por una lesión que padeció todo el año.

Aun así subió al podio con el griego Manolis Stefanoudakis, ganador con marca de 29.45 y el bielorruso Aliaksandr Tryputs, tercero (23.56).

“De hecho estoy en proceso de una cirugía. Me van a operar el hombro derecho y luego el izquierdo. Los dos los tengo lesionados y así competí, pero gracias a Dios pudimos obtener la medalla de plata. Vamos a seguir adelante después de la operación, a prepararnos para Tokio 2020.

Me siento con todas las ganas del mundo todavía, aseguró el atleta de 51 años, quien asegura haber evolucionado con el deporte en la exigencia mundial.

Desde que me inicié, por ahí de 1986, el deporte adaptado ha tenido muchos cambios, algunos buenos pero otros perjudican al atleta por los cambios de posición, pero todo eso lo hemos ido superando, hemos seguido subiendo al podio.

Valoró que mientras otros paralímpicos han tenido que integrarse en otras categorías de acuerdo con las nuevas reglamentaciones, él continúa en la misma de silla de ruedas, pues su discapacidad –lesión medular congénita– no tiene variantes. Sin embargo, el nivel se incrementa con la llegada de jóvenes a cada competencia mundial.

Durante estas tres décadas Zepeda no siempre contó con las becas e incentivos que las instituciones han destinado al deporte de alto rendimiento, y que en parte considera haber colaborado para que al menos en su estado el respaldo mejore.

Ahora es como debe ser, pero desde años atrás hemos batallado muchísimo. Ojalá que los premios por las medallas se queden así, igual para todos. En mi estado también tenemos el respaldo bastante bien, dicen que no nos van a soltar, así que eso espero, porque tiene poco de haber adquirido más atención.

Zepeda, cuarto de ocho hermanos, afirmó que el agradecimiento es hacia su familia, que lo ha apoyado desde sus inicios, tanto en el deporte como en su oficio de herrero.

También a su esposa y en los últimos tiempos a la empresa en la que labora desde hace 13 años como dependiente en una tienda de enceres de construcción y decoración para concentrarse en la Ciudad de México y competir varias veces al año.

El lanzador de jabalina también está centrado en su labor como entrenador de jóvenes atletas en el deportivo Oásis, donde también entrena y pasa todas las tardes.

“De lo que se trata es de ser cada día mejor. En mi comunidad me dicen que soy un ejemplo a seguir y creo que he logrado ser motivación para mucha gente. Lo importante es que vienen muchas generaciones, hay talento y debemos apoyarlos.

Nosotros cada día estamos más fuertes, vienen muchos compañeros que les gusta esto y estamos buscando mejorar todo el tiempo, estar a la vanguardia porque la jabalina es el implemento más técnico, así que iremos con todo a Tokio, añadió el atleta, quien espera conocer la fecha para recibir el PND.