El cáncer de pulmón se asocia en la mayoría de los casos con el tabaquismo; aunque en el mundo, 25 por ciento de los enfermos nunca fumaron. En México éstos representan 42 por ciento, pero por sexo resulta que 69 por ciento de pacientes son mujeres no fumadoras, afirmó Renata Báez, jefa del servicios de neumología oncológica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (Iner).

Comentó que las parejas de hombres fumadores tienen un riesgo de dos a tres veces mayor de desarrollar el padecimiento respecto de las que viven en ambientes libres de humo de tabaco.

En cuanto a los hombres, 27 por ciento de los afectados con este tumor maligno tampoco consumieron cigarros en su vida. En esta categoría de nunca fumadores se encuentran las personas que a lo largo de su vida consumieron menos de cien cigarrillos, explicó.

Este es uno de los diversos retos que plantea el cáncer de pulmón, del cual se registran más de 9 mil nuevos casos al año y alrededor de 8 mil muertes en el país.

Si bien las investigaciones científicas han tenido avances en la identificación de mutaciones genéticas asociadas con una tercera parte de las neoplasias pulmonares y se sabe que cuando una persona expulsa sangre al escupir, toser o en la orina es probable que se trate de este cáncer y para este momento acumule 10 o más años de evolución, menos de 3 por ciento de los casos se detectan en etapas tempranas.

Como en el resto de los tumores malignos, el diagnóstico en estadios iniciales favorece la posibilidad de control e incluso cura, sobre todo ahora que ya se cuenta con tecnología de punta para encontrar nódulos muy pequeños en los pulmones, advirtió Horacio Astudillo investigador en la Unidad del Laboratorio de Investigación Traslacional y Terapia Celular del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Dijo que todavía es complicado el diagnóstico porque las personas no piensan en el cáncer y en los servicios médicos tampoco, por lo que puede ser que un malestar esté presente durante años y no se haga nada sino hasta que se agrava.

Los expertos participaron ayer en una conferencia preparada por la organización civil Respirando con Valor. Omar Macedo, oncólogo en la Clínica de Tórax del Instituto Nacional de Cancerología, resaltó que hasta hace algunos años era muy poco lo que se podía ofrecer a los pacientes. Si acaso la cirugía y algún tratamiento de quimioterapia porque se sabía muy poco del tumor.

Con el desarrollo de la medicina genómica se han identificado una diversidad de genes y sus mutaciones y se han desarrollado alternativas terapéuticas con diferentes mecanismos de acción. Aun así, la mortalidad es elevada por la detección tardía y las probabilidades de recaída son altas.

Quienes tienen mejor expectativa de vida, cuatro años o un poco más, son los pacientes que por su tipo de cáncer de pulmón pueden recibir algún medicamento biológico o incluso, alguna de las nuevas inmunoterapias (activan el sistema de defensas del organismo para que combata la enfermedad).

Báez también mencionó otros factores de riesgo: la exposición al humo de leña y carbón en espacios cerrados, la contaminación ambiental y el contacto con asbesto y cadmio, entre otros.