En el conflicto por la construcción del Gasoducto Sonora, que el pasado 21 de octubre dejó como saldo una persona muerta, ocho heridos y una docena de vehículos incendiados, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a las partes a privilegiar el diálogo y respeto irrestricto a las garantías individuales.

El exhorto se da luego de una serie de diferencias y enfrentamientos entre miembros del pueblo yaqui en la comunidad indígena de Lomas de Bácum.

El organismo recordó que desde el mismo día del enfrentamiento solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional, a la Comisión Nacional de Seguridad y al secretario de gobierno de Sonora la implementación de medidas cautelares a fin de garantizar la integridad física de los habitantes, manifestantes y cualquier otra persona involucrada.

La construcción del gasoducto –que pretende llevar combustible de Arizona a Sinaloa– atraviesa territorios ancestrales del pueblo yaqui. La obra la ejecuta la empresa IENova, y las comunidades indígenas inconformes denuncian que no se realizó una consulta previa, libre e informada a los pueblos, situación a la que el gobierno federal está constitucionalmente obligado.

Incluso, denunciaron que la empresa Gasoducto Aguaprieta, filial de la transnacional IENova y de su par estadunidense Sempra Energy, violó el amparo 312/2016, con el cual se ordenó la suspensión temporal de las obras, además de que ha contratado ‘‘gente armada’’ para resguardar la construcción del acueducto.

La CNDH informó que permanecerá atenta a las acciones que tomen las autoridades a fin de proteger y defender los derechos humanos de los integrantes de la tribu yaqui.