Roma. Como parte de los actos finales del Jubileo de la Misericordia, el papa Francisco celebró ayer una misa ante más de mil presos en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, y aprovechó para apremiar a los gobiernos a mejorar las condiciones de vida de los reclusos. Cada vez que entro a una cárcel me pregunto: ¿por qué ellos y no yo? Todos cometemos errores, todos nosotros, dijo el pontífice argentino durante la homilía. Hay poca fe en cuanto a la rehabilitación de los presos, en su reinserción a la sociedad, y olvidamos que todos somos pecadores, añadió. Tras la misa, el Papa utilizó su mensaje dominical del ángelus para llamar a los gobiernos a respetar la dignidad humana de los encarcelados mejorando las condiciones de vida en las cárceles y a reflexionar sobre la necesidad de una justicia penal que no sea exclusivamente punitiva. También hizo referencia a la cumbre sobre el clima de la Organización de Naciones Unidas que arranca este lunes en Marrakech, Marruecos. Deseo que todo este proceso esté guiado desde la conciencia de nuestra responsabilidad para el cuidado de la casa común, declaró.