Usuario de red social, a juicio por ofender sentimientos religiosos
Dios no existey ahora enfrenta un año de cárcel, en Rusia
Viernes 4 de noviembre de 2016, p. 28
Moscú.
Afirmar que Dios no existe
y que la Biblia es un compendio de cuentos judíos, una pendejada
podría costarle un año de cárcel a Viktor Krasnov, desempleado, de 38 años, habitante de la ciudad de Stavropol, que tuvo a bien –o mal, según quiera verse– expresar su opinión, en esos términos poco amables, en un foro de discusión en Vkontakte, una de las redes sociales rusas.
Denunciado ante el Comité de Instrucción de Rusia por dos participantes en ese intercambio de mensajes, que tuvo lugar hace varios meses, ahora Krasnov es la primera persona –que haya trascendido– sometida a juicio en este país por ofender los sentimientos religiosos de los creyentes
desde que se introdujo en el Código Penal esa figura.
La enmienda se hizo efectiva después de que unas tan irreverentes como inofensivas muchachas, integrantes del grupo Pussy Riot, tuvieron la ocurrencia de interpretar, en febrero de 2012, una oración punk contra el presidente Vladimir Putin y Kirill, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa, en la Catedral de Cristo Redentor, el principal templo de Moscú.
Aquellas jóvenes, a los ojos de las autoridades civiles y eclesiásticas, no merecieron la más mínima misericordia al negarse a pedir perdón a los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa, por lo cual tuvieron que permanecer en prisión dos años, por el cargo inventado de vandalismo.
Desde entonces –en un Estado que a pesar de la ostentosa religiosidad de sus líderes se proclama laico– se tipificó el delito, pero nunca se había aplicado, y menos por un comentario en una red social.
Según su abogado, Krasnov se declara inocente y dice que no tuvo la intención de ofender a nadie en particular, y sólo expresó su opinión personal.
Ahora, el juez del Distrito 6 de la ciudad de Stavropol, tiene que decidir si condena a Krasnov a un año de cárcel, creando con ello el precedente para perseguir por los mismos motivos a cualquier ateo, se limita a una simple multa o lo absuelve.
No deja de ser una amarga ironía que apenas 25 años después de la disolución de la Unión Soviética, para algunos aquí sea delito sostener que Dios no existe, lo primero que enseñaban en la escuela en este país desde la revolución socialista de 1917, durante 70 años. Como prueba irrefutable antes se decía que Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia, viajó al cielo y no vio a ningún Dios.