Jueves 3 de noviembre de 2016, p. 28
Tixtla, Gro.
La orquesta de la escuela Tixtlán Estudio de Guitarra, fundada sin más recursos que la pasión por la música, es para el maestro rural Edwin Iván Colchero Mazón una alternativa para evitar que jóvenes y niños sean coptados por el crimen organizado y una vía de crecimiento humano y profesional.
Tras una década de bregar, hoy rescata con los jóvenes música de Margarito Damián Vargas, compositor tixtleco rara vez interpretado, excepto por la Filarmónica de Acapulco y la Escuela Estatal de Música
. Adaptaron a la guitarra el vals Los pajaritos y el danzón El lunarcito aquel, compuestos en 1900.
Colchero Mazón explica que otros autores cuya música han rescatado son Antonio I. Delgado. “No fue tixtleco, pero quiso mucho a Tixtla, porque de aquí fue su esposa, Francisca Astudillo. Él trabajó en una primaria y en la Normal de Ayotzinapa, junto con su compadre Raúl Isidro Burgos, quien dio nombre a esa escuela. Ambos fueron la mancuerna artística en la Normal de Ayotzinapa.
“Por fortuna plasmaron su trabajo en un cuaderno pautado y tenemos copias de un álbum de Delgado, de donde sacamos Guerrero es una Cajita, interpretada por Óscar Chávez y otros artistas; Serranita, con letra de Román Catalán Verbera, y el corrido Ojito de Agua”. Interpretan también Tixtletica, del dominio público y autor desconocido, y suites de Julio César Oliva, renombrado guitarrista contemporáneo, así como de Gerardo Tamez.
Sobre lo sucedido a los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014, dice: Tocó el alma de Tixtla y del mundo. Son hechos que nunca debieron ocurrir. Tocó tanto a la gente de Tixtla que se alzó, pero las largas (de las autoridades) debilitaron el apoyo a los padres de los jóvenes, aunque la población está con ellos
.