Tixtla, Gro.

En una región donde la violencia es brutal y cotidiana, Edwin Iván Colchero Mazón, maestro rural egresado de la normal de Ayotzinapa, combina la docencia con la enseñanza de la música, pasión que lo llevó a crear, junto con 15 niños y adolescentes, la Orquesta de Guitarras, surgida de la escuela Tixtlán Estudio de GuItarra.

Edwin Iván trabaja por las mañanas en una primaria rural en Topiltepec, municipio de Zitlala, a una hora de Tixtla. Por las tardes, después de comer, imparte clases de música en un modesto garaje.

Aprendí a tocar la guitarra gracias a mi padre, que es profesor rural de primaria, egresado de la Normal de Ayotzinapa. Yo también egresé en 2001 de esa escuela y lo digo con orgullo. Mi papá me enseñó casi a fuerza a los nueve años y en un mes ya lo acompañaba en las canciones.

En la secundaria descubrió atractivos adicionales en la música. Me empezó a mover el tapete que la guitarra atrajera a las muchachas. Luego escuché a un trío juvenil que al tocar provocaba el griterío de los jóvenes. Me emocionaba pensar que podía ser mejor que ellos y busqué perfeccionar mi técnica.

En 2007 comenzó a dar clases lunes y miércoles, y desde hace un año todos los días para impulsar a la Orquesta de Guitarras, que recientemente se presentó de manera oficial en esta localidad. Ensayamos casi todos los días, si no, nos quedamos estancados, apunta.

A la escuela Tixtlán Estudio de Guitarra le antecedió la Academia de Música Chilapa. Hace nueve años nos la facilitó un amigo de Tixtla. En 2007 iniciamos con la academia, pero en 2015 se hizo independiente. Actualmente acuden 25 alumnos (de entre siete y 17 años), de los cuales 15 conforman la orquesta.

Para el proyecto “me alentó mucho Martín Ocampo Uribe, mi maestro de guitarra en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Un día me dijo: ‘Usted váyase a volar, empiece a hacer cosas por sí mismo’. Así, hace 10 años me entró la espinita y empecé a dar clases.

“Tenemos respuesta favorable de niños y jóvenes. Los familiares poco a poco se han involucrado hasta tomar en serio el estudio de la guitarra en forma académica, no sólo para tocar en una fiesta, sino que adquieren conciencia de que el estudio de la música es una formación como la escuela y parte de la vida misma. Si antes decían: ‘Que no estudie guitarra, porque se vuelve borracho’, hoy opinan lo contrario.”

La violencia en Tixtla, subraya, no ha impedido que demos un giro con la enseñanza de la música, pese a la falta de apoyo de las instituciones locales. Acudieron a ellas, pero te dicen ven mañana o la otra semana.

Ahora trabajamos en los trámites para obtener el reconocimiento oficial a nuestra escuela, que lo tenía cuando estaba en Chilapa, como carrera técnica.

Destaca la importancia de dar apoyo a los hijos: Está probado que si un niño o joven no tiene acompañamiento familiar, si no están al pendiente de su educación, los chicos se descontrolan y pueden derivar hacia la violencia. Cuando no quieren estudiar o trabajar y empiezan a desobedecer a sus padres se vuelven presa fácil de los grupos dedicados a la delincuencia.

La idea de crear la Orquesta de Guitarras, detalla, llegó en diciembre de 2015, cuando se presentó un ensamble con una suite de tres movimientos del maestro Joaquín González Castillo. Él mismo vino a dirigir a los muchachos. Desde entonces montamos un repertorio con 10 piezas e hicimos la presentación oficial de la que nombramos Preorquesta Juvenil de Guitarras.

Se han presentado dos veces en el auditorio Sentimientos de la Nación, en Chilpancingo, y en otros foros. Para el 4 de diciembre nos han invitado a Xochimilco, en la Ciudad de México, al festival de guitarras que organiza el maestro español Eduardo Garrido.

Otra invitación la hizo el maestro Joaquín González, director de la Orquesta de Atlixco, Puebla, para crear la Orquesta Nacional de Guitarras, con 100 jóvenes de Paracho, Xalapa, Chihuahua, Pachuca, Atlixco y Tixtla. Ya hay una propuesta para presentar esa orquesta en Italia, en julio de 2017. Ellos pagarían los boletos de avión.

Aclara que no piden dinero, pero necesitamos guitarras, porque la más barata, de concierto, cuesta 15 mil pesos, y las familias de extracción humilde sólo pueden comprar una de 600 pesos.