El pleno de la Cámara de Diputados aprobará el jueves próximo la minuta del Senado por la cual se reforman las leyes Orgánica del Poder Judicial y General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, con objeto de ratificar los nombramientos de los seis nuevos magistrados que integrarán la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Sin cambios en el contenido de la minuta, la Comisión de Justicia en San Lázaro avaló el citado dictamen que contiene los nombres de los integrantes del tribunal, que habrían de tomar posesión –en teoría– el pasado 31 de octubre.

Así, José Luis Vargas, Indalfer Infante, Felipe Fuentes, Reyes Rodríguez, Felipe de la Mata, Mónica Soto y Janine Otarola habrán de asumir sus respectivos cargos a finales de la presente semana, para iniciar funciones el 4 de noviembre.

El Senado se apegó a la jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto al grado de especialización de los juzgadores, ‘‘toda vez que la especialización sólo se logra por la práctica, es decir, por la permanencia en el cargo y por el conocimiento reiterado de los asuntos’’.

Así, los senadores se acogieron al criterio de la especialización –sumándose también los diputados–, al considerar que ésta propicia la independencia judicial y se garantizará a los demandantes de la ley en los tribunales ejercer ‘‘con plena imparcialidad y en estricto apego a la normatividad’’ para la adecuada protección del derecho de acceso a la justicia.

La minuta aprobada por los integrantes de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados se detiene en lo relativo a la pluralidad y renovación de los tribunales, porque ‘‘implica por una parte oxigenación y por otra el enriquecimiento de su jurisprudencia y de sus criterios’’.

Así, señalan los senadores, la estabilidad de los ministros para dotar de diversidad de criterios a la jurisprudencia ‘‘brinda seguridad jurídica’’.

‘‘Certeza jurídica’’

Por tal razón, sugiere el Senado a la Cámara de Diputados, se estimó necesario incrementar la temporalidad de duración en el cargo de los magistrados recién electos.

El dictamen a la minuta establece ‘‘que a través de esta reforma se cuidará también la estabilidad de la sala superior, a fin de dotar de seguridad y certeza jurídica a aquellos que acudirán a este órgano como justiciables, además de que tendrán la certeza de que los criterios y precedentes del tribunal tendrán estabilidad’’.

A pesar de los diversos cuestionamientos contra el proceder de los magistrados salientes, en torno a las resoluciones asumidas en temas de relevancia nacional y el excesivo salario anual que reciben –6.4 millones de pesos por magistrado–, los senadores concluyeron que los integrantes de la sala superior durarán en el cargo tres, seis y nueve años.