como todos los años en esta fecha, presentamos las Calaveras de Benjamín Cortés Valadez.

Con muy malhumor social
llega noviembre, el gran mes
en que a las catrinas ves
no sólo en su acción mortal,
también vengando del mal
que políticos nos hacen;
nos encanta que los lacen,
los rapen con su guadaña
y aunque ya anden en campaña
del Día de Muertos no pasen.

Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes

Se estaban echando lodo
cuando la muerte muy juntos
a los dos volvió difuntos;
aclaró luego tal modo
de enterrarlos codo a codo
en el mismo patatuz:
“Urgía que de ambos la pus
fuera en cripta contenida
para que nunca en la vida
dañe más a Veracruz”.

Guillermo Padrés

Ya todo el pueblo lo llora
cuando la muerte lo apresa
pero es porque no regresa
lo que le robó a Sonora.
Cuentan que en su última hora
no le cabía el equipaje
en el infernal carruaje
y es que cual ladrón experto
antes de quedar bien muerto
fue por su enésimo viaje.

Arely Gómez

La muerte en afán sincero
le otorga a ex procuradora
al llegar su última hora
merecido y grande cero;
y cuenta el sepulturero
que en su tumba se dan lides
que aclaran muchos ardides:
aún faltan cuarenta y tres
y aquel Zerón, fiel como es,
siembra a diario nomeolvides.

Enrique Ochoa Reza

Llegó como dirigente
del PRI en lugar de Beltrones
presumiendo dos blasones:
de Úber gran cocheteniente
y en la luz robó a la gente;
la muerte hizo muy airada
con los blasones la hombrada
de decir: “A éste les quito:
primero un corto circuito,
luego al panteón la dejada”.

Claudia Ruiz Massieu

Canciller a lo seguro
ofrece sin dignidad
a Hillary, la humildad,
a Trump, manos para el muro;
su final le pega duro
simbolizando respingos
pues la muerte sin distingos
nos defiende de la ruina:
se opone a que sea letrina
nuestro país de los gringos.

Raúl Cervantes

Es nombramiento honorario
ése de procurador
porque vemos con horror
que sin nada extraordinario
ya va a cobrar tal salario;
pero a la muerte no escapa
que aún en Ayotzinapa
buscan a cuarenta y tres
por lo que con gran revés
borra a Cervantes del mapa.

Enrique Peña Nieto

Haber pedido perdón,
tan aplaudido desplante,
fue la forma más flagrante
de realizar confesión
por blanqueada transacción;
mas la parca sí es formal:
ya del hoyo en el umbral
tras que invitó a Masiosare
con tal que ya no se pare
le va a pagar el predial.

Margarita Zavala

¡Una mujer, presidenta!;
ante el varonil desmán
tal cambio aunque sea del PAN
pone a la parca contenta;
mas de pronto, al darse cuenta
de que el cónyuge el trabajo
le aumentó, cruel, a destajo,
la liquida con gran saña;
hoy los dos hacen campaña
tres metros de tierra abajo.

Agustín Carstens

Volatilidad del peso
creyó se podría aplicar
con el propio y escapar
de la muerte estando preso;
pero fue otra vez exceso
de confianza, faltó seso
o ansia de ponerse tieso
pues la parca ya lo ultima;
sonriendo le escribió encima:
Cayó por su propio peso.

Miguel Ángel Mancera

Dio al Distrito Federal
nombre en números romanos
robándoles a paisanos
su gentilicio ancestral:
la muerte siempre cabal
le cobró afrenta causada
pero él ya tenía ordenada
su tumba en plena banqueta
junto a la megamaqueta
y cobrar de ambas la entrada.

Graco Ramírez

Si sueños se hicieran ciertos
logrando ser presidente
con tan mal antecedente
gobernaría puros muertos:
con los ojos bien abiertos
la muerte tales anhelos
ve jalados de los pelos
por lo que a Graco fulmina;
ya está en tumba clandestina,
respira mejor Morelos.

Jaime Rodríguez Calderón

Las gordas nadie las quiere.
la flaca oye complacida
y sin embargo la vida
le arranca cuando lo hiere:
Un bronco brida requiere.
Su epitafio consiguiente
está en su tumba presente:
“Yace aquí falaz priísta,
un completo oportunista
con disfraz de independiente”.

Lorenzo Córdova

Cuando dos torres desea
sin que le preocupe el costo
es que quiere hacer su agosto
aunque nadie en él ya crea;
la parca que siempre emplea
democrática medida
antes de quitar la vida
a Lorenzo da por muerto
y le probará que es cierto
con la encuesta de salida.

Andrés Manuel López Obrador

En brazos de una morena
oye fuertes silbatinas
ante su olvido de inquinas:
“Odiar no vale la pena,
–repetía– causa gangrena;”
poco después, muerte impía
de ricos la cofradía
le dicta: su 3de3
fue el colmo de la honradez,
y para él no hubo amnistía.

Norberto Rivera

La muerte, criterio abierto
para la familia ver
no sólo de hombre y mujer,
se lleva al fin a Norberto;
sin serlo se creía experto,
condenaba sin hablar,
otro lo hacía en su lugar
porque ahora ya enterrado,
también, ¡milagro!, ha callado
su Titino, Valdemar.

2 de noviembre de 2016.

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