Miércoles 2 de noviembre de 2016, p. a15
Monterrey. Las diferencias entre dirigentes de los equipos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se avivaron ayer en la asamblea de la liga, luego que un grupo de ocho novenas, encabezado por Sultanes, Tigres y Diablos Rojos, votaron en favor de destituir a Plinio Escalante como presidente del organismo. No obstante, éste se mantuvo en el cargo luego de que no se obtuvo 80 por ciento de votos de los 16 equipos de la LMB que estipula el reglamento para hacer válida la remoción. Las diferencias comenzaron en septiembre cuando los Diablos y Oaxaca, que tienen como dueño al empresario Alfredo Harp Helú, así como Tigres y Sultanes abandonaron la asamblea y expresaron su inconformidad ante la negativa de Tijuana, Puebla, Laguna y Yucatán de discutir el tema de jugadores mexicanos nacidos en Estados Unidos. En tanto, la asamblea aprobó la reintegración de León y Durango al circuito veraniego en lugar de Broncos de Reynosa y Delfines del Carmen. León, que no jugaba en la LMB desde 1991, fue aprobado para regresar condicionado a remodelar el estadio Domingo Santa Ana y asegurar la conformación de un sólido grupo de empresarios que solvente a la franquicia. En el caso de los Delfines del Carmen, su propietario Virgilio Ruiz decidió mudar al equipo a Durango con la intención de obtener apoyo del gobierno.