Viernes 28 de octubre de 2016, p. 12
El pleno del Senado aprobó reformas a la Ley General contra la Trata de Personas, un proceso difícil y accidentado, ya que estuvo congelada dos años en esta cámara, debido a que los senadores no estaban de acuerdo en las 47 modificaciones que le hizo la Cámara de Diputados a la minuta que le fue remitida.
Sin embargo, para destrabar esa ley, ayer el Senado se allanó a 25 de los 47 cambios formulados por los diputados, pero insistió en la redacción original de 22 artículos, todos ellos referentes al tipo penal en materia de trata de personas, por lo que fue devuelta a la Cámara de Diputados, y si éstos no los aceptan, el tema se quedará otro año en la congeladora.
Esto, debido a que en la Constitución se indica, en su artículo 72, que un dictamen que fue desechado en parte, o modificado, o adicionado por la cámara revisora, la nueva discusión en la de origen versará sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, pero sin poder alterar en manera alguna los artículos aprobados.
Si las adiciones o reformas hechas por la colegisladora fueran rechazadas por la cámara de origen, volverán a aquella para que tome en consideración las razones de ésta, y si por mayoría absoluta de votos se desecharan por segunda ocasión, se pasará al Ejecutivo lo que haya sido aprobado por ambas cámaras, pero si la revisora insistiera por mayoría absoluta de los votos presentes en los cambios, todo el proyecto no volverá a presentarse sino hasta el siguiente periodo de sesiones
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