Las obras que se realizan en la Ciudad de México, por su magnitud difícilmente pueden compararse con las de otros estados de la República. Sin menospreciar a ninguna entidad, pero no estamos en el mismo plano de medición, señaló el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Citó el caso de la Autopista Urbana Sur (AUS): Acabamos de poner en operación siete kilómetros sólo en una salida de la ciudad; es una obra que podría dar acceso de lado a lado a urbes como Quito, que tiene 10 kilómetros de ancho.

Explicó que, en materia económica, las analogías tendrían que hacerse con Buenos Aires, Argentina, o Río de Janeiro, Brasil. Es decir, con la economía de otras ciudades globales, ahí es donde estamos nosotros, en este punto.

La Secretaría de Obras y Servicios supervisó el inicio de operaciones de la AUS, a las 5 horas, en los dos kilómetros correspondiente a la ciudad, de Insurgentes a Periférico, que fueron recorridos por alrededor de mil 660 vehículos contabilizados hasta el mediodía en cinco minutos.

La reconfiguración vial del Viaducto Tlalpan permitió, además, que dicha arteria de uso gratuito ganara un carril más de circulación a lo largo de 1.2 kilómetros, de San Fernando a Insurgentes, zona que registraba los mayores asentamientos viales, destacó el titular de la dependencia, Édgar Tungüí.

De esta manera, estimó, se atenderá a alrededor de 100 mil usuarios diarios y se evitarán los problemas de circulación los fines de semana o puentes, pues los automovilistas tendrán la oportunidad de utilizar una vía primaria gratuita que les significará pagar 70 de la caseta México-Cuernavaca u 89.26 pesos, por la caseta y los 19.26 de los siete nuevos kilómetros de vialidad concesionada.

Recordó que la gratuidad de la AUS, tanto en el tramo construido por la ciudad, como el edificado por el gobierno federal, será hasta el 3 de noviembre; un día después, los usuarios deberán pagar con un medio electrónico (TAG).