Economista de BBVA-Bancomer apremia a disminuir la deuda pública
Martes 25 de octubre de 2016, p. 13
En el foro Paquete económico 2017 a debate, organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado, Ernesto Revilla, director de estudios económicos de Citibanamex, consideró que la liberación de los precios de las gasolinas provocará un incremento en la inflación, que podría llegar a 3.7 por ciento el año próximo.
Luis Madrazo Lajous, jefe de la unidad de planeación económica de la Secretaría de Hacienda, resaltó que el objetivo del paquete económico 2017 es garantizar la continuidad de la estabilidad macroeconómica, necesaria para mantener el crecimiento, así como la dinámica del mercado interno y el consumo.
Al referirse a la miscelánea fiscal, que analizará el Senado en los días próximos, manifestó que ésta cuenta con hitos que determinan el nivel de ingreso en un rango realista, responsable y equitativo. Además, prevé un crecimiento de entre 2 y 3 por ciento del producto interno bruto.
Detalló que la caída de los ingresos petroleros se ha compensado con el incremento de la recaudación tributaria; sin embargo, reconoció que esa situación lleva a que haya más transferencias hacia los estados y ello se traduce en presión para acomodar los gastos.
Madrazo Lajous dijo que se buscará equidad en el gasto de operación, y para ello es necesario contener las erogaciones en servicios personales. Además, añadió, ejercer una visión federalista que proteja los recursos que reciban estados y municipios.
Explicó que la deuda se encuentra en aumento moderado y ordenado, es decir, algo que se puede administrar. Se plantea un déficit de 2.9 por ciento del PIB y un superávit primario que permitirá estabilizar la deuda. En el caso del tipo de cambio, señaló, se determinó con un precio que reconoce que hay una volatilidad importante.
Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA-Bancomer, aseveró que es fundamental que la deuda pública entre en una trayectoria descendente en los años próximos, pues de lo contrario será ineludible que el país tenga una baja en la calificación, lo cual llevará a que el costo financiero sea todavía mayor y a tener un efecto negativo del crecimiento. Si no se corrige ese problema, insistió, podemos llegar a salidas de capital
, advirtió.
Comentó que en 2017 y en los años siguientes el país canalizará más recursos a pensiones y jubilaciones que a inversión, lo que en el futuro podría detonar un problema que afectaría el crecimiento y la inversión pública y privada.