Cabo Cañaveral.

La Estación Espacial Internacional (EEI) recibió el domingo su primer embarque en más de dos años después de un sensacional lanzamiento nocturno que fue observado a lo largo de 400 kilómetros en la costa este de Estados Unidos.

La nave espacial de carga, de la empresa estadunidense Orbital ATK, se acopló a la central con 2 mil 250 kilogramos de alimentos, equipo y diseños de investigación en su compartimento.

¡Qué hermoso vehículo!, afirmó el astronauta japonés Takuya Onishi, quien utilizó el enorme brazo robótico de la estación para sujetar la nave. La maniobra ocurrió mientras la central volaba a 400 kilómetros sobre Kirguistán.

El lanzamiento realizado el lunes pasado desde la isla Wallops fue el primero de un cohete Antares, desde que ocurrió una explosión durante un lanzamiento en 2014. Orbital ATK rediseñó su cohete y reconstruyó la plataforma de lanzamiento. Mientras la nave estuvo fuera de servicio, la compañía, con sede en Virginia, continuó la cadena de suministro a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) con entregas desde Cabo Cañaveral, Florida, utilizando el cohete de otra compañía.

La Nasa paga a las empresas Orbital ATK y SpaceX para que abastezcan a la estación espacial, pero ahora la segunda tiene detenidos sus vuelos. La compañía de California investiga por qué una de sus naves Falcon explotó durante una prueba en la plataforma de lanzamiento el primero de septiembre pasado.

Después del lanzamiento del lunes, la cápsula Cygnus de Orbital ATK voló sola y el doble del tiempo usual. La Nasa quería que la nave esperara a que tres astronautas fueran lanzados desde Kazajistán. Ellos llegaron el viernes, duplicando el número de tripulantes de la estación. Además de Onishi, incluye dos estadunidenses y tres rusos.