Goles y entrega, lo mejor que le pude dar a mis equipos, señaló
Lunes 24 de octubre de 2016, p. 4
Un talento insospechado con una melena a la afro que comenzó hace 40 años en el futbol mexicano y trascendió fronteras a la conquista de España. El niño dorado Hugo Sánchez Márquez cumplió ayer cuatro décadas de su debut en el balompié profesional.
Lo mejor que le pude dar a mis equipos, goles y entrega; a mis amigos, lealtad; a mis seguidores, felicidad; a mi familia, mi corazón
, escribió en Twitter.
Hugo debutó con la camiseta de la Universidad Nacional Autónoma de México, su alma mater, donde egresó de odontólogo. A los 11 años ingresó a las filas del futbol auriazul y a los 15 fue seleccionado nacional; en la mayor estuvo en Argentina 1978, México 1986 y Estados Unidos 1994. Al paso del tiempo dirigió al Tri y clubes del país.
Su debut profesional fue contra Tigres en 1976. Después se convirtió en uno de los goleadores más importantes del orbe: ganó cinco Pichichis, estuvo en la lista de los 100 jugadores más sobresalientes de la FIFA y entre los 50 del siglo XX.
Hugol, como se le conoce, brillaba desde los entrenamientos. Buscaba perfeccionar sus remates a puerta. El que más trabajo le costó fue el de chilena.
En 1981 fue fichado por el Atlético de Madrid luego de cerrar con Pumas su ciclo con 104 goles en 200 partidos; el primero fue contra el América en 1977 y tardó 155 días en hacerlo. Ganó dos ligas (1977 y 1981) y un trofeo de máximo goleador, el cual compartió con Evanivaldo Castro Cabinho, con 26 dianas.
Su paso con el equipo colchonero lo llevó a ganar el primer Pichichi (1984-85), la Copa del Rey, la Supercopa de España y el subcampeonato de la liga.
Al siguiente año se enroló con el Real Madrid, con el que logró cinco títulos y sumó cuatro Pichichis, así como una Copa de la UEFA. Le dieron la Bota de Oro e igualó la marca de Zarra con 38 tantos en una temporada.
En la página oficial del Real Madrid se le describe como un rematador inigualable
. Hizo gol de toda forma: de primera intención, con la zurda, la derecha, de cabeza y de chilena, la cual se rebautizó como la huguiña.
Su retorno al futbol mexicano fue en 1992 con el América. Regresó a España con el Rayo Vallecano y de nuevo volvió al país con el Atlante; pasó por el Linz de Austria, el FC Dallas y se despidió con el Celaya. Ningún jugador mexicano ha superado sus 307 goles en Europa.