Filadelfia.

Josh Huff devolvió una patada de despeje en un touchdown de 98 yardas, Carson Wentz superó a Sam Bradford en el duelo de quarterbacks y las Águilas de Filadelfia derrotaron 21-10 a los Vikingos de Minnesota, el último equipo invicto en la NFL.

Los Vikingos no fueron un equipo avasallador, mucho menos su mariscal de campo que enfrentó a sus ex compañeros. Bradford fue apabullado por la defensiva local que lo capturó seis veces y provocó sus primeras tres pérdidas de balón.

Wentz también se vio en problemas al inicio del juego, sufriendo dos intercepciones, pero se recuperó para guiar a las Águilas en un par de series ofensivas de anotación.

Los anfitriones (4-2) salieron de un bache de dos derrotas en fila mientras los visitantes (5-1) sufrieron su primera derrota de la temporada.

En Pittsburgh, los Patriotas de Nueva Inglaterra con su estelar Tom Brady aprovecharon la ausencia de Ben Roethlisberger para salir con el puño en alto 27-16 sobre los Acereros y ser el mejor equipo de la Conferencia Americana, con seis triunfos por una caída.

Brady lanzó un pase de 36 yardas a Rob Gronkowski en el tercer cuarto para alejarse (20-13) de sus enemigos que estaban a un punto de diferencia para igualar el marcador.

Para Gronkowski significó la recepción 67 en ingresar a la zona roja de los 68 que tiene en su cuenta global, para igualar a Stanley Morgan con la mayor cantidad en la historia de la franquicia.

Por segunda semana consecutiva Jay Ajayi empató un récord de la liga, al rebasar las 200 yardas por tierra, y los Delfines de Miami remontaron para superar 28-25 a los Bills de Búfalo.

Ajayi corrió para 214 yardas en 29 acarreos, anotó en uno de cuatro yardas y aportó 53 cuando los Delfines estaban encerrados en su propia yarda 3 y abajo en el marcador, en el último periodo.

Los Delfines (3-4) emplearon un integrante adicional en la línea ofensiva durante buena parte del encuentro, a fin de abrir más huecos para Ajayi, quien igualó el récord de la NFL, de duelos consecutivos con 200 yardas, que está en manos de O.J. Simpson, Earl Campbell y Ricky Williams.

En otros juegos de la semana siete, los Gigantes de Nueva York sacaron provecho de cuatro intercepciones a Case Keenum para imponerse 17-10 a los Carneros de Los Ángeles en el primer partido de NFL jugado en la casa del rugby en Londres.

Detroit, en su estadio, salió con el triunfo de forma milagrosa luego que Matthew Stafford completó un pase de 18 yardas para que Anquan Boldin anotara a 16 segundos del final, y los Leones ganaron 20-17 a los Pieles Rojas de Washington, que venía con cuatro victorias.

Por su parte, Alex Smith lanzó dos pases a las diagonales en otra labor eficiente, Daniel Sorensen interceptó un pase de Drew Brees para aportar otro touchdown y los Jefes de Kansas City doblegaron 27-21 a unos erráticos Santos de Nueva Orleáns.

A una mano, A.J. Green atrapó un balón en la concurrida zona de touchdown para coronar una serie de grandes jugadas por parte de los Bengalíes de Cincinnati y pasar por encima 31-17 a los Cafés de Cleveland, que ampliaron su peor racha desde 1999, con siete derrotas, además que perdieron a un quarterback más.

Cody Kessler recibió un duro golpe en el segundo cuarto. Fue llevado a los vestuarios para evaluar si padecía una conmoción cerebral, y no volvió al terreno.

Los sorprendentes Malosos de Oakland hilvanaron su quinta victoria ahora sobre Jacksonville 33-16, los Cargadores de San Diego superaron 33-30 a los Halcones Negros de Atlanta, en tiempo extra, los Bucaneros de Tampa Bay le asestaron 34-17 a San Francisco al mando del protestante racial Colin Kaepernick, que fue su sexto revés y los Jets de Nueva York le pegaron 24-16 a los Cuervos de Baltimore.