De la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero hay noticias que la encierran como violenta, atrasada en lo económico, con problemas sociales derivados de la pobreza, vinculados con el narco, pero hay otras realidades, otras voces y otros ámbitos, y Discos CoraSon da la muestra con el disco antológico del bolero costeño titulado Como un lunar, el cual revela el gran talento musical que existe en esa región de la República Mexicana.

En conferencia de prensa se puso énfasis en la influencia de Álvaro Carrillo hasta el día de hoy, en tertulias, bohemias y momentos gratos de la vida, de amor y desamor, de romanticismo, de nostalgia y de añoranza. El bolero marca el ritmo de la vida de miles de personas.

Eduardo Llerenas y Mary Farquharson, titulares de la disquera, viajaron numerosas veces a la Costa Chica para hallar a los herederos de Álvaro Carrillo y encontraron un semillero de intérpretes y compositores del bolero viejo y del nuevo.

Producto de esa incursión es el disco Como un lunar, que presenta a cinco de esos grupos con estilos muy personales de interpretar el bolero costeño que, hoy día, pertenece al repertorio tradicional, al lado de las chilenas y los sones.

Se escucha la música de Pedro Torres, de Pinotepa Nacional, Oaxaca, con Eso, composición de amor profundo... profundo; Chogo Prudente, de Santiago Llano Grande, Oaxaca, con Luz de Luna; Los Tres Amuzgos, de Xochistlahuaca, Guerrero, con Cáncer; Las Hermanas García, Ometepec, Guerrero, con Como un lunar, y Fidela Peláez, de Azoyú, Guerrero, con No somos eternos.

Presencia internacional

Hoy, estos intérpretes del bolero se presentarán en el Festival Internacional Cervantino (FIC).

En la charla, Eduado Llerenas recordó que Discos CoraSon hace 25 años, en sus inicios, lanzó al mercado un caset con música de la Costa Chica, de Los Gallardo. Era música grande de la Costa Chica. Desde entonces, Mary y yo hemos tenido interés en la música de esa zona, y habíamos tenido el objetivo de grabar un disco, una antología, con esa música. El bolero está práticamente en toda la República. La Costa Chica se identifica muy claramente por cantar boleros. Creemos que en este disco se representa esa riqueza, aunque es difícil dar todo el panorama, toda la cultura. Sin embargo, sí tiene la pretensión de difundir esto, para empezar en el país, donde no se conoce mucho esta gama musical, aunque el bolero es conocido en todo México.

En el presídium estuvieron algunos de los intérpretes que cantarán hoy en el FIC: Manuel Castañeda, Chogo Prudente, Laura y Celia García y Fidela Peláez. De esta última, Llerenas dijo que la conoció cuando ella tenía 19 años. Es hija de Higinio Peláez (fallecido) y Fidela Vera; Manuel Castañeda, del Trío Los Amuzgos; Chogo Prudente, representante de la parte cultural afroamericana, quien pide que no lo llamen así, sino, simplemente, negro; Laura y Celia García, del dúo Las Hermanitas García, quienes no saben cantar bolero, pero sí lo saben interpretar.

Manuel Castañeda explicó que en Guerrero el gusto por el bolero se da de manera natural, por tradición. Álvaro Carrillo nunca dejó de visitar la Costa. Ha pasado entre diferentes generaciones y ahora nos toca a interpretarlo.

Chogo: De allá se conoce la chilena, que componía Álvaro Carrillo. A lo mejor la chilena no trasciende más allá de Guerrero, pero nos pertenece. Álvaro Carrillo dejó las bases de la chilena y del bolero. Sin él no entenderíamos la chilena y el bolero. Es lo que tenemos, es lo que nos dejaron. En Guerrero somos sólidamente románticos y el bolero lo interpretamos en nuestro estilo. Yo no soy músico. Aprendí a hacer música por el hambre de hacer música, y quizá las limitaciones que tengo en la ejecución de guitarra hicieron que con el tiempo creara un estilo propio. Es la información genética que traemos. Así lo sentimos y lo expresamos.

Como punto final de la charla, Fidela y su grupo interpretaron Eso, bolero en el que el interfecto le pide al susodicho que no manche su vida. Fidela destacó que en sus reuniones, bohemias y fiestas el bolero da un tono hiperromántico, a veces ambientado por unos tragos, pero sólo unos cuantos.