Madrid.

Unos 200 universitarios con el rostro cubierto impidieron este martes que se celebrara en la Universidad Autónoma de Madrid una conferencia del ex presidente del gobierno español Felipe González (1983-1996) y del presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, uno de los periodistas más poderosos de España.

Los estudiantes dijeron que su protesta estaba justificada por las trayectorias de los invitados, a los que calificaron de seres nauseabundos, terroristas, asesinos y fascistas que han utilizado sus redes de poder para beneficiar a las clases dirigentes.

La conferencia, organizada por el diario El País, el buque insignia del Grupo Prisa, ni siquiera se llegó a celebrar. Minutos antes de que llegaran al aula donde se llevaría a cabo, los 200 estudiantes rodearon la sala, golpearon el mobiliario y sacudieron con violencia las puertas para entrar al recinto. Incluso estallaron un petardo que provocó destrozos en un extintor. Su objetivo, alegaron, era impedir el acto y leer un comunicado en el que señalaron a González como responsable del terrorismo de Estado en los 80 y lo acusaron de aliarse con la extrema derecha y los empresarios más poderosos en América Latina con el único fin de enriquecerse.

Las jornadas de debate llamadas Sociedad y cambio global en la Universidad Autónoma de Madrid iban a tener como principales protagonistas a dos viejos amigos, pero también socios en proyectos empresariales y políticos. Los organizadores reconocieron que eran conscientes de que la presencia de González y Cebrián despertaría malestar, pero nunca pensaron que se llegara a este nivel de violencia.

La protesta fue convocada por la Federación Estudiantil Libertaria, que tuvo de consigna: Felipe González, tienes las manos manchadas de cal viva.

Idéntica acusación hizo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la sesión de investidura del socialista Pedro Sánchez, en la que la formación morada impidió que saliera electo mandatario el ahora defenestrado líder del PSOE.

Los estudiantes acusaron que González es amigo de dictadores, como el rey Mohamed VI de Marruecos, o de líderes y empresarios de extrema derecha en América Latina, sobre todo en Colombia, México y Venezuela, donde mantiene estrecha relación con la oligarquía.

Felipe González, tienes las manos manchadas de cal viva; con esa consigna un grupo de estudiantes encapuchados de la Universidad Autónoma de Madrid impidieron al ex gobernante español dar una conferencia en la casa de estudios, en compañía de Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa
Foto tomada de un video tuiteado por @patripc14

Recordaron a González el pasaje más escabroso de su largo periodo en el poder, cuando desde su gobierno se financió a los paramilitares Grupos Terroristas de Liberación (GAL), que aniquilaron a dirigentes, militantes y simpatizantes de ETA y del independentismo vasco.

De hecho, la referencia a la cal viva fue por la muerte de los jóvenes José Antonio Lasa y José Ignacio Zavala, desaparecidos en 1983 y encontrados enterrados en cal viva diez años después, a más de 500 kilómetros de lugar del que fueron secuestrados por los GAL.

A Cebrián lo acusaron de ser periodista del régimen, que pasó de ser un directivo de la Televisión Pública Española durante la dictadura de Francisco Franco a enarbolar la supuesta transición a la democracia desde El País, diario al que criticaron por su radical viraje a la derecha. “Desde esta posición privilegiada de poder ha maniobrado de todas las formas posibles para defender siempre las posturas más beneficiosas para las clases dirigentes. Además, recientemente se le ha logrado vincular con Los papeles de Panamá”, mencionaron.

Los estudiantes añadieron que por todo ello, nos consideramos legitimados para realizar un boicot directo a la presencia de estos dos seres nauseabundos que representan lo peor de lo viejo y que no termina de morir. Consideramos un deber denunciar e incomodar a aquellas personas que emplean su poder e influencia política en agrandar las desigualdades sociales.

El PSOE señaló directamente al líder de Podemos de alentar la protesta, sobre todo en los últimos días, en los que ha intensificado sus ataques contra González y Cebrián. Además, que Iglesias ha dado un nuevo giro en su estrategia y ahora pretende liderar una revuelta popular.

Desde Podemos se desmarcaron del boicot y calificaron lo ocurrido de una mera protesta estudiantil.