El largometraje documental Muerte por mil cortes, del colombiano Juan Mejia Botero y del estadunidense Jake Kheel, se estrenó en México como parte del festival DOCSMX.

En los cinco años que dedicamos a realizar este documental, presenciamos directamente la desaparición lenta de la Sierra Bahoruco y fuimos testigos de varios descubrimientos mientras la investigación avanzaba, afirmaron los cineastas.

Esta producción de cine negro aborda la devastación de los bosques ocasionada por el tráfico ilegal de carbón entre República Dominicana y Haití, así como las consecuencias por esa causa en ambos países.

Mejia Botero y Kheel se desplazaron en diferentes transportes, desde motocicletas hasta veleros improvisados y un helicóptero, para seguir la ruta del carbón y descubrir el móvil de lo que se ha convertido en una industria muy importante y lucrativa, y que en ocasiones es casi legal por el papel de la influencias.

No sólo los haitianos pobres son los que cruzan la frontera y talan árboles para ganarse la vida, sino algunos dominicanos facilitan la actividad y se benefician de la producción misma, apuntaron los realizadores.

En muchos casos, tanto dominicanos como haitianos trabajan para poderosos comerciantes de República Dominicana.

Muerte por mil cortes parte de la investigación de un asesinato doble: la muerte de un guardia forestal y la la deforestación de los bosques.

Eligio Vargas, Melaneo, guardaparques dominicano que laboraba en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, fue asesinado a machetazos.

Creciente tensión

La trágica muerte de Melaneo es el punto de partida para adentrarse en la red de producción ilegal y la deforestación masiva, así como en la creciente tensión en la frontera entre ambos países.

En el largometraje ofrecen sus testimonios los familiares de Melaneo, el reportero local Luis Medrano y Nené, vigilante de parques haitiano.

Explora el contexto de la realidad cambiante en la frontera, la compleja estructura socio-política y la narrativa migratoria resucitando la supuesta invasión haitiana de República Dominicana.

Esas políticas migratorias, precisaron los directores, aprobadas en los años recientes, marcaron el surgimiento de chivos expiatorios, xenofobia y enfrentamientos entre las comunidades en medio de la lucha por la supervivencia.

Nuestro equipo estaba en la frontera en junio de 2015 cuando entró en vigencia el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros de República Dominicana, que puso en duda el estatus legal de cientos de miles de haitianos.

Muerte por mil cortes saca a la luz la competencia gradual por los recursos naturales y la creciente desigualdad económica que derivan en un terreno propicio para el conflicto civil.

Kheel es líder en el campo del desarrollo sustentable. Se ha dedicado a la protección del medio ambiente en República Dominicana como vicepresidente del Grupo Puntacana y de la Fundación Ecológica Puntacana. En 2001 comenzó a estudiar el tema de la deforestación en Bahoruco.

Mejia Botero es un cineasta con más de 15 años de experiencia en largometraje y documentales cortos. Su trabajo se ha enfocado en la lucha contra los abusos en materia de derechos humanos y en favor de la justicia social en el mundo. Trabaja los temas sobre desaparición forzada, etnias y la destrucción de recursos naturales. Su debut como director fue el documental Uprooted.