El programa Sentido contrario, que se transmite por la frecuencia de Radio Universidad, cumple 15 años al aire.

Con ese motivo, la noche del martes hubo una emisión conmemorativa de cuatro horas, en las que se habló de varios temas.

El productor y conductor del programa, el matemático Marcelino Perelló Valls, tuvo de invitados especiales a la escritora María Luisa La China Mendoza, el también conductor y melómano Javier Platas Jaramillo y el periodista Carlos Puig.

En la parte artística, diversos sketches estuvieron a cargo de Adriana Moles y su Cuadrilla cabareta, en los que lo mismo se recreó una fiesta popular de 15 años que se satirizó algunos procederes de la Iglesia católica o se cuestionó al gobierno federal.

La producción del programa también conmemoró el comienzo de 225, año revolucionario, relacionado con la Revolución Francesa, y se cantó el himno La Internacional.

En entrevista con La Jornada, efectuada antes la transmisión del programa, Marcelino Perelló (CDMX, 1944) atribuyó al público radioescucha todo el mérito de que Sentido contrario se mantenga al aire todos los martes en punto de las 23:30 horas, en el 860 de AM.

La propuesta fue hacer una radio distinta, menos acartonada, más ágil, más fresca; que utilice el lenguaje de las conversaciones normales entre las personas en la calle, en las universidades, en las casas dijo.

Además, se proclama como una emisión libertaria. Estamos contra cualquier forma de opresión, en el sentido más estricto de la palabra. De alguna manera, el programa reivindica, junto conmigo, el espíritu de los años 60 del siglo pasado desde los puntos de vista ideológico, musical y de estilo.

Valentía y espontaneidad

De acuerdo con Perelló, el ex líder del movimiento estudiantil de 1968, esos años son muy especiales porque representan una explosión de color, imaginación, valentía, espontaneidad y sinceridad.

Sentido contrario propone, indicó, curar la resaca que ha vivido la sociedad desde el golpe militar en Chile, en 1973, y revivir el entusiasmo que dominó al mundo entre el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la caída de Salvador Allende.

Marcelino Perelló agradeció no sólo el apoyo de radioescuchas que siguen la emisión, sino el de las autoridades universitarias que con valor digno de encomio soportan un programa que es, sin duda alguna, incómodo para todas las autoridades. Somos violentamente antiautoritarios, iconoclastas, propios de los años 60 del siglo pasado.

El maestro en ciencias precisó que en sentido estricto no es un programa, pues nada hay prestablecido, sino que todo es improvisado.

Quizá la novedad más importante es que combinamos textos y argumentos políticos, históricos y de actualidad con cuestiones culturales, deportivas, chistes obscenos y música desde Gloria Trevi hasta Rachmaninov. Así, la propuesta ha tenido éxito, y no soy quien para decirlo, pero se ha convertido para un sector nada desdeñable en un programa de culto.

Respecto del futuro de Sentido contrario, el productor y conductor es optimista y vislumbra que esa emisión radiofónica continuará con su estilo y espíritu por muchos años más, aunque yo, por razones obvias, en un momento dado dejaré no sólo el micrófono, sino el planeta. Tengo toda la confianza en esta nueva generación que parecía adormilada y que el programa ha demostrado que no lo está.