Debe frenarse el mal metabólico para evitar una coepidemia
Lunes 17 de octubre de 2016, p. 36
Aunque el tratamiento contra la tuberculosis es muy efectivo, el microorganismo que la causa ha reforzado su capacidad de contagio y expansión en los seres humanos gracias a la resistencia a los medicamentos y a la diabetes, la cual altera el sistema inmunológico y hace más vulnerables a quienes la padecen, sobre todo cuando no llevan buen control de los niveles de glucosa.
Julieta Luna Herrera, científica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y experta en inmunología, explicó que el Mycobacterium tuberculosis ataca en mayor medida a individuos inmunodeprimidos, como los infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Por ello, ante el hecho de que un tercio de los pacientes con sida fallecen a causa de la tuberculosis y de que los diabéticos tienen mayor riesgo de presentar la afección a nivel pulmonar, sobre todo sin buen control de glucosa, es imprescindible redoblar esfuerzos en el manejo conjunto para evitar una coepidemia constituida por la doble carga de tuberculosis y diabetes.
La investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas refirió que teóricamente un tercio de la población mundial está infectada con M. tuberculosis, pero depende del sistema inmunológico de cada quien para desarrollar la enfermedad. Anualmente se dan en el orbe alrededor de 9 millones de casos, de los cuales mueren aproximadamente 1.5 millones.
Ante tal circunstancia, hizo hincapié en la necesidad de frenar la diabetes en el país para evitar que se den niveles endémicos, pues las personas con esa enfermedad metabólica tienen tres veces más posibilidades de desarrollar tuberculosis. En México crece cada vez más el número de diabéticos, y esta afección está condicionada por la malnutrición, que a su vez genera obesidad e impacta al sistema inmunológico. La asociación diabetes-tuberculosis es un círculo terrible que debe romperse
, expuso.
En cuanto al tratamiento contra la tuberculosis que combina cuatro fármacos, la doctora Luna Herrera subrayó que es muy efectivo. En México tiene éxito en más de 87 por ciento de los pacientes; el grave problema son los efectos secundarios en el hígado y los riñones, principal causa por la que se abandona el tratamiento. De ahí la necesidad de encontrar nuevos fármacos más efectivos y con menos efectos secundarios
, apuntó.