Buenos Aires.

La tardía y débil reacción del gobierno del presidente Mauricio Macri ante la decisión de Gran Bretaña de realizar ejercicios militares en las Islas Malvinas, del 19 al 28 de octubre, que incluyen disparos de misiles, provocó un fuerte repudio de la oposición en su conjunto y de sectores de los propios aliados en la gobernante alianza Cambiemos.

El Poder Ejecutivo reaccionó después de que lo hicieran legisladores, organizaciones políticas y sociales y los propios ex combatientes, que se presentaron ante la justicia el viernes acompañados por diversos movimientos para denunciar la política de abandono de la larga lucha argentina por recuperar la soberanía del archipiélago.

La cancillería citó el viernes al embajador de Reino Unido en Buenos Aires, Mark Kent, para entregarle una nota de enérgica protesta. En el documento, la titular de la política exterior Susana Malcorra, expresó formalmente su desazón por la realización de esos ejercicios en aguas y territorio que aún siguen bajo disputa de soberanía.

Desde Roma, donde se encuentra para acompañar al presidente Macri, quien mantuvo una reunión con el papa Francisco en el Vaticano, Malcorra habló este sábado de la pena y desazón del gobierno argentino por la realización de ejercicios militares británicos en Malvinas, y sostuvo que se continuará trabajando para construir la oportunidad del diálogo que elimine las presunciones de conflicto con Reino Unido.

El viernes se conoció un informe del Servicio de Hidrografía Naval (SHN), organismo dependiente del Ministerio de Defensa argentino, en el que advierte que se lanzarían misiles desde las islas Malvinas, que es parte del territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, en el contexto de los ejercicios militares de este mes.

Malcorra intentó minimizar la situación al recordar que se trata de una práctica sistemática de Gran Bretaña, que realiza ejercicios en la región en esta época del año por una cuestión climática, pero aclaró que si bien no es algo nuevo, no le quita seriedad y gravedad al tema.

Si la respuesta de la canciller pareció agregar leña al fuego de la protesta, no lo fue menos la actitud del presidente Macri, quien durante una conferencia de prensa, después de la reunión con el Papa, dijo a los periodistas que si tenían alguna duda o inquietud sobre el tema Malvinas, está la canciller en la embajada, así que se va a cobrar cualquier consulta, esto último en tono de broma.

Además de las demandas judiciales, como las que presentaron diversos sectores, entre ellos los ex combatientes, se enviarán proyectos al Congreso sobre la política de abandono de la reivindicación de la soberanía argentina sobre las islas.

Esto se puso en evidencia con los acuerdos firmados en Londres hace un mes, por los que tuvo que comparecer la canciller Malcorra ante el Congreso, y que tienen como objetivo remover los obstáculos que limitan el crecimiento económico de las Malvinas”.

Se menciona, por ejemplo, un punto sobre la seguridad internacional y defensa, que estipula una cooperación más estrecha entre ambos países para enfrentar las amenazas a la paz y seguridad internacionales.

Además convalida la exploración y explotación de recursos por parte de Gran Bretaña, lo cual viola las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el conflicto. Esto último fue denunciado por el diputado Guillermo Carmona, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, quien consideró el acuerdo como un instrumento del abandono de la reivindicación de nuestra soberanía por parte del gobierno de Mauricio Macri.

Recordó que una de las amenazas más graves que tiene Argentina en este momento es la base militar británica en las Malvinas, con más de 2 mil soldados permanentes, más la cantidad que llega para los ejercicios.

Mientras la población británica en las islas desde 1833 suman poco más de 2 mil habitantes.