Mexicali, BC.

Con el mural Memoria que resiste, la Asociación Esperanza contra la Desaparición Forzada de Personas exigió que cese la impunidad y la indiferencia, ante los más de 3 mil casos que tiene documentados hasta abril pasado.

Miguel Ángel García Leyva, representante legal de la ONG, dijo que hay más desapariciones y evidencias de la participación de policías y militares.

El mural, que se instalará en una zona del Centro Cívico y Comercial de Mexicali, se inscribe en las jornadas de Reconocimiento de Víctimas de Desaparición Forzada en Baja California y la de vacunación contra la indiferencia, expresó García Leyva.

Los rostros de seis víctimas de Mexicali y el nombre de 150 desaparecidos componen el mural del Colectivo Reco, integrado por un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Con el arte quisimos manifestar nuestro rechazo a la indiferencia de las autoridades y de la sociedad por las víctimas y familiares de los desaparecidos en la entidad, por ello apostamos a la memoria, para que ningún caso quede impune, expresó Danaé Morán.

Añadió que con esta obra se exige la reparación del daño a los familiares de los ausentes desde el aspecto individual, pero también a escalas social y comunitaria.

Dijo que buscan que se recupere la memoria y que las madres de los desaparecidos tengan un espacio para un duelo diferente, porque tienen la ausencia de un cuerpo, pero no tienen un lugar para llevar flores, velarlo o llorar.

En el mural están los rostros de Diego Hernández Leyva, desaparecido en enero del 2007; de Érick Quintana Díaz (junio de 1995) Pier Meza López (agosto de 2006) Hernán Arce (abril de 2016), y de los abogados Hugo Fonseca Meza y Jesús Alberto Zambrano Vizcarra (septiembre de 2015).

Alma Díaz, madre de Érick Quintana, quien se convirtió en activista para la localización de desaparecidos y contra la impunidad, expresó que desde hace 21 años tiene un dolor que aprieta por dentro, interminable por la ausencia de su hijo, quien al momento de su desaparición trabajaba en la entonces Policía Judicial Federal, adscrita a la Procuraduría General de la República.

Desde hace tres años, Alma Díaz preside la Asociación Esperanza contra las Desapariciones Forzadas, y advirtió que este mural evidencia que sí hay personas desaparecidas en Baja California.

Las madres de los desparecidos no somos un simulacro de la justicia, somos la evidencia de la impunidad que hay en Baja California, enfatizó.

García Leyva dijo que el memorial es parte de la dimensión del dolor y de duelo que tienen los familiares de los ausentes. Además, no hay voluntad de las autoridades para investigar. Sostuvo que la sociedad se contagió de la indiferencia para no enterarse de la desaparición forzada en el estado.