El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SG), Humberto Roque Villanueva, aseveró que no hay crisis humana en Baja California, por la concentración de haitianos y africanos varados en aquella zona con la intención de cruzar a Estados Unidos.

La dependencia federal informó que actualmente hay alrededor de 4 mil 500 extranjeros de esa procedencia a la espera de obtener al menos una solicitud de refugio del gobierno estadunidense. Esta cifra, indican funcionarios del sector, ha ido a la baja en la semana que concluye.

Hasta el momento, Washington autoriza sólo una emisión diaria de 100 solicitudes (70 en Tijuana y el resto en Mexicali, ambas ciudades de esa entidad fronteriza), lo cual resulta insuficiente respecto de la alta demanda y deriva en aglomeración de extranjeros en esa situación.

El subsecretario Roque Villanueva dijo que las organizaciones civiles y el Instituto Nacional de Migración (INM) han atendido a los extranjeros en Tijuana, Mexicali y en los días recientes en San Luis Río Colorado, Sonora.

Los grupos no gubernamentales han evitado una situación más complicada, así lo reconocen las autoridades federales y estatales. Sin embargo, opinan que la situación no es grave. En mi opinión, no hay crisis humana. Formalmente no la hay, comentó el subsecretario.

México se enfrenta a esta situación en momentos en que Estados Unidos acordó el pasado 22 de septiembre suspender la amnistía otorgada en 2010 a los haitianos, en beneficio de damnificados del terremoto en esa nación caribeña.

Por ahora, la recepción de los isleños será provisional, en tanto transcurre la emergencia por la afectación del huracán Matthew, pero no hay una alternativa de acogida para los haitianos o africanos que permanecen en México, cuya situación podría empeorar ya que naciones como Brasil han abierto sus puertas para el tránsito de los extranjeros en mención.

La gran mayoría de los haitianos y africanos buscan llegar a Estados Unidos; las solicitudes de refugio en México son muy pocas. El INM les concede un oficio de salida con base en el cual tienen 20 días para abandonar del país o regularizar su estancia. En este caso, el documento les sirve para cruzar el territorio hasta la frontera norte.