Los medios digitales y las redes sociales como plataforma para manifestar, denunciar y exigir respuestas inmediatas –al alcance de un click– podrían ser un factor para explicar el desencanto de muchas sociedades con la democracia y su pesimismo sobre el futuro, tierra fértil para la demagogia y puerta al planteamiento de soluciones mágicas o promesas irrealizables, señaló el presidente Enrique Peña Nieto.

En un mensaje dedicado a la libertad de prensa y de expresión en México, el mandatario se dijo consciente de que pese a los avances en los años recientes, aún hay crímenes contra periodistas que debemos resolver.

Ofreció entonces estrechar el vínculo del gobierno federal con las autoridades locales y la sociedad civil para mejorar las condiciones que permitan a los periodistas realizar su labor.

Ratificó el compromiso de su gobierno con la libertad de expresión y la obligación del Estado democrático de otorgar garantías a los periodistas en el ejercicio de su profesión, especialmente ante la amenaza a la libertad de prensa que representa el crimen organizado.

Para el jefe del Ejecutivo, la intimidación y los ataques contra los periodistas no sólo afectan su integridad y el ejercicio de sus libertades individuales, sino que nos dañan como sociedad. Ubicó el incremento de los ataques a los comunicadores como un efecto de la crisis de violencia a finales del sexenio pasado.

En la apertura del congreso de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Peña Nieto destacó los indudables beneficios de las nuevas formas de comunicación, pero también refirió los retos impuestos por aquellas, porque si bien permiten expresar la justa insatisfacción ante problemas complejos como la pobreza, la desigualdad o el lento crecimiento de la economía, junto a la expectativa de soluciones rápidas, esto a menudo produce frustración.

Así, advirtió, en su afán de encontrar salidas rápidas, se corre el riesgo de que las sociedades opten por salidas falsas. Las naciones donde se impone la demagogia, lejos de alcanzar el cambio anhelado, encuentran división y retroceso, dijo.

Las sociedad ha hecho suyos los cambios tecnológicos. En México 60 millones navegan en red, el doble de los usuarios registrados en 2012.

Frente a tal escenario, se mostró persuadido de la necesidad de los gobiernos de mejorar sus formas de interactuar y dialogar con los ciudadanos y explicarles de forma convincente los avances y sumar esfuerzos para superar los desafíos contemporáneos.

Los retos de la democracia, indicó, sólo pueden superarse con más democracia, más apertura, más transparencia, mayor rendición de cuentas y más poder a la gente en la solución de los asuntos públicos.

Hoy, resaltó, la información ya circula en redes aun antes de que la divulguen los medios de comunicación o salga impresa. Para entonces, la gente ya se ha formado una opinión antes del comentario por parte de alguna voz experta. Y además de esto, existe una creciente fragmentación de las audiencias, el mercado se ha segmentado y todo ello impone a los medios el reto de ser atractivos para un mayor número de públicos cada vez más definidos en sus gustos y necesidades.

Sobre las agresiones a la prensa, el presidente Peña Nieto detalló la creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión y del mecanismo para la protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas. Actualmente, este último protege a 452 personas, 285 pertenecen al primer sector, y 167 son comunicadores. La fiscalía ha atraído 48 casos.

Estos mecanismos, admitió, deben conslidarse. Tenemos la determinación de ajustar donde haya que hacerlo y de cambiar lo que sea necesario para que cumplan sus funciones eficazmente.