Zacatecas, Zac.

Los periódicos impresos en México son de un tiraje muy bajo, en comparación con los de otros países de América Latina, porque muchos medios han mantenido una cercanía enorme con el gobierno, con el poder político, y no hay una relación con el público, afirmó el fotógrafo y periodista Pedro Valtierra Ruvalcaba.

Valtierra advirtió que las cosas cambiaron en la historia contemporánea del periodismo en México, cuando medios como Proceso, Unomásuno y La Jornada comenzaron a romper con esos vicios y en la forma de hacer periodismo, se antepuso el interés de los ciudadanos y se comenzaron a hacer reportajes, crónicas y se dio un lugar preponderante a la fotografía.

Al impartir la conferencia Retos del periodismo contemporáneo en México, ante estudiantes de comunicación y fotoperiodistas del interior del país –reunidos en la Fototeca de Zacatecas, donde se celebró el coloquio Perspectivas de la fotografía–, el comunicador sostuvo que a pesar de la crisis económica que viven los diarios, y la competencia que enfrentan ante los medios digitales, los periódicos impresos aún tendrán vida, al menos por los próximos 20 o 30 años, y se mantendrán los que hagan bien su trabajo, con calidad, ética y con contenidos atractivos para sus lectores.

Uno de estos diarios, dijo confiado, será el periódico dirigido por Carmen Lira Saade, porque representa una gran diferencia con otros medios que el director de un periódico sea un periodista.

El fotógrafo zacatecano dijo que, pese a la idea de personas como Ulises Castellanos –también fotoperiodista–, que opinan que con la fotografía digital el fotoperiodismo desaparecerá, el cofundador de La Jornada sostuvo: Lo que Ulises quiso decir es que va a cambiar el soporte, no el periodismo.

Otros señalan, indicó, que como ahora la foto es digital se puede modificar fácilmente, y entonces dijeron algunos muy lapidariamente, en ese lenguaje que tenemos casi todos los fotógrafos, muy dictatorial, que ya no le vamos a creer al fotoperiodismo, porque ahora las fotos se pueden trucar fácilmente. Quien dijo eso no sabía que estaba hablando de ética, que no tiene nada que ver con esto (la cámara digital en sí). El de la ética es un problema que está antes de la cámara, es decir, con el fotoperiodista en sí.

“Porque entonces yo les diría: ‘jóvenes, ahorita les voy a dar una (pluma) Mont Blanc, y qué García Márquez ni qué Truman Capote… ¿Qué pasará con Ramón López Velarde? ¡Si yo con una Mont Blanc voy a escribir grandes poemas!’

¿O cómo escribirán con un lápiz al que le van a sacar punta con los dientes? ¡Esto no tiene nada que ver con la creación! Lo importante es la formación del periodista antes de tomar una cámara.