Ramos Arizpe, Coah.

De gira para inaugurar tres universidades politécnicas, el presidente Enrique Peña Nieto reivindicó de nuevo las transformaciones. Frente a estudiantes, demandó no regatear los alcances de las reformas en cuya puesta en marcha no claudicará, pese a reticencias, y recomendó a los jóvenes: no esperen salir de México para valorar lo mucho que tenemos.

En ese contexto, el Presidente, en una nueva versión del diálogo con jóvenes que sostuvo en su Informe de gobierno, aludió a la migración. Ante la pregunta de las acciones que emprendería para arraigar a los egresados con el fin de evitar que salgan del país, refirió que en los años recientes, la balanza migratoria ha cambiado sustancialmente.

Hoy son más los mexicanos, desde hace cinco años ya, que regresan de Estados Unidos a México, que los connacionales que salen hacia Estados Unidos en búsqueda de una oportunidad. Adjudicó el cambio al comportamiento de las variables económicas, entre ellas, la baja tasa de inflación, generación de empleos y, en consecuencia, la tasa de desocupación más baja que se haya registrado.

Al abundar sobre la reforma educativa, dijo que forma parte de los cambios que registra el país, incluso enfrentando resistencias. Nadie que tenía a lo mejor ciertos parámetros, modelos y a lo mejor beneficiándose de los mismos, puede simple y sencillamente aceptar los nuevos modelos y paradigmas que van a impulsar el cambio y el desarrollo del país. Y por eso enfrentamos resistencias.

Peña Nieto destacó que en el renglón educativo le han apostado a reforzar los niveles medio superior y superior, en los que tenemos rezagos en los niveles de cobertura. Sin embargo, acotó: si en 2012 la cobertura era de 68 por ciento, actualmente alcanza 79 por ciento.

Más adelante señaló que la apuesta por las universidades tecnológicas pretende lograr un mayor vínculo entre la instrucción académica y los requerimientos industriales y, en consecuencia, con las exigencias del mercado laboral, porque si no, solamente estaríamos educando para la frustración.

En esta tierra donde los señalamientos de corrupción al gobierno estatal es un tema recurrente, Peña Nieto interactuó con los estudiantes que vinieron de casi toda la entidad y a quienes, interesados por las acciones en materia educativa y laboral, hasta en tono pedagógico, explicó los alcances de las reformas.

Poco inquisitivos, los jóvenes coahuilenses sólo aludieron al tema educativo y sus derivados, pero el Presidente encontró la forma de volver a reivindicar cada una de sus reformas, en especial, la energética y la de telecomunicaciones.

El ajuste legal en el sector energético derivó del agotamiento de un modelo, dijo, que constreñía la posibilidades de inversión al Estado e impedía el flujo de capital privado, lo que derivó en que se acabaron los principales yacimientos y el petróleo que hoy producimos la verdad ha venido decayendo. Hemos tenido, yo no puedo decir buena o mala suerte, no nos preparamos en el pasado para preverlo.

Apremió a aguardar a que madure esta reforma para valorar su importancia, particularmente en la generación de empleos, pues cuando ese tiempo llegue se generarán, auguró, 500 mil plazas.

Aludió la reforma en telecomunicaciones, cuyas modificaciones, afirmó, favorecieron la competencia en un sector que operaba básicamente dentro de un monopolio o donde había empresas predominantes. Refirió que en campaña electoral se cuestionaba sobre la posibilidad de una tercera cadena y la inviabilidad, porque incomodaría a las empresas televisoras de entonces.

Peña Nieto describió que a cuatro años, en la actualidad, la empresa trasnacional AT&T ha invertido 10 mil millones de dólares para desarrollar su propia plataforma y ser más competitivos y en los próximos días entrará en operación la nueva cadena de televisión.

Posteriormente, Peña Nieto sostuvo una larga reunión con representantes de la sociedad civil entre los que se encontraban empresarios y académicos de la entidad.